
Darling Ayala Freites*
Resumen
El presente artículo tiene como finalidad reflexionar sobre la educación inclusiva en la ciudad de Barranquilla, específicamente, en lo que respecta a la comunidad LGBTI, teniendo conciencia de que es un terreno casi inexplorado en la ciudad, puesto que, cuando se habla de ello se relaciona en su mayoría con la multiculturalidad y la discapacidad, entendiendo lo anterior, el presente artículo busca indagar sobre lo que se ha documentado hasta el momento así como también, ahondar en el papel que ha jugado la intervención internacional en la creación de normativas que beneficien a la población diversa, del mismo modo, se analizará el rol que cumplen los docentes como garantes de una educación integral para los miembros de la comunidad LGBTI. A toda vez, que las situaciones de discriminación y homofobia son palpables en el contexto escolar de la ciudad de Barranquilla, de allí la necesidad de realizar un estudio que visibilice dicho fenómeno social. Por tanto, en la primera parte del artículo encontrarán con un contexto general del fenómeno estudiado, siguiendo con los antecedentes en el tema, para posteriormente, ubicar al lector en el contexto nacional y local.
Palabras Claves: Educación inclusiva. Comunidad LGBTI. Homofobia. Docentes. Discriminación. Barranquilla.
A Reflective Look at the Inclusive Education of the LGBTI Community in the School Context of the City of Barranquilla
Abstract
The purpose of this article is to reflect on inclusive education in the city of Barranquilla, specifically, with regard to the LGBTI community, being aware that it is an almost unexplored terrain in the city, since, when it is talked about, it is mostly related to multiculturalism and disability, understanding the above, This article seeks to investigate what has been documented so far as to delve into the role that international intervention has played in the creation of regulations that benefit the diverse population, in the same way, the role that teachers play as guarantors of a comprehensive education for members of the LGBTI community will be analyzed. At the same time, the situations of discrimination and homophobia are palpable in the school context of the city of Barranquilla, hence the need to carry out a study that makes this social phenomenon visible. Therefore, in the first part of the article you will find a general context of the phenomenon studied, continuing with the background on the subject, and then placing the reader in the national and local context.
Key words: Inclusive education, LGBTI community, homophobia, teachers, discrimination, Barranquilla.
Introducción
La educación inclusiva en Colombia es un terreno casi inexplorado, sin embargo, la mayoría de estudios que se han dado al respecto se ubican principalmente en la multiculturalidad y la discapacidad y ello se debe principalmente a la consigna de la Constitución Política de 1991, la cual declaró y reconoció al país como multiétnico y pluricultural, lo que contribuyó en buena hora a que se visibilizara la diversidad poblacional que existe en el país. No obstante, el gobierno y las escuelas deben hacer más esfuerzos para que estas poblaciones cuenten con las garantías de una educación integral y de calidad que no desconozca sus necesidades, derechos y diversidad.
Teniendo en cuenta que, la educación inclusiva se presenta como un paradigma que combate la exclusión social, es decir, el rechazo a todos aquellos individuos que se encuentran en una posición de marginalidad o vulnerabilidad como consecuencia de su condición económica, política, cultural, legal, física, sexual, entre otras; su función consiste en ser garante de derechos y evitar ese rechazo.
Por consiguiente, la educación inclusiva no se centra en la imposición de una identidad sobre otra, ya que no entiende la inclusión como un mecanismo de control, sino más bien como un lugar seguro en el que todos pueden sentirse tranquilos viviendo su identidad. (Unesco, 2024).
Por la anterior, la figura del docente es primordial para llevar a cabo la implementación de la educación inclusiva, ya que se pueden crear muchas políticas a favor de esta nueva forma de pensar la educación, pero terminan siendo solo un cúmulo de teorías si en la práctica los y las docentes no realizan los cambios convenientes en beneficio del aprendizaje de todos sus estudiantes.
La raíz del problema radica en que, no solo debe pensarse en cómo incluirlos y dar por sentado, que la función educativa termina con el ingreso de estas poblaciones a la escuela formal, esto es, solo un paso, tal como lo plantea Capelari: “la inclusión es un conjunto de procesos que no tienen fin, ya que se trata de comprometer un análisis crítico sobre lo que puede hacer la institución para mejorar los aprendizajes y la participación de todos sus estudiantes” (Capelari et al, p 104). Esto es interesante, porque el Estado y los Ministerios de Educación se centran en la cobertura, pero dejan de lado la calidad educativa y el acompañamiento psicosocial que se les debe brindar a los educandos para evitar la deserción escolar.
Antecedentes
El interés por la educación inclusiva se viene gestando desde hace algunos años, como quedó sentado con la Conferencia Internacional de Educación (CIE) organizada por la UNESCO en Ginebra en el 2008, dicha conferencia recopiló 31 informes de países latinoamericanos y centroamericanos, en los cuales, la UNESCO buscó explorar cómo se encontraban en materia de educación inclusiva, si bien se encontraron avances en lo que respecta a la creación de políticas, se identificó que los informes se centran en la cobertura, la calidad, y en menor medida, en la inclusión, es decir, no lo abordan de manera conjunta sino por separado. (Massimo, 2009).
El término inclusión según la Real Academia Española significa “acción y efecto de incluir” por lo general cuando se aborda el tema de la inclusión se enfoca a las personas con necesidades especiales y comunidades indígenas o raizales a considerarlos como grupos que históricamente han sido excluidos porque escapan del discurso hegemónico y de la “normatividad”. La inclusión en el contexto educacional con relación a la orientación sexual, sugiere que existe una diversidad que se extrapola no solo al color de piel, a la lengua, a lo socioeconómico, sino también al aspecto sexual, la inclusión en el ámbito educativo se constituye en un llamamiento a la justicia social y equidad.
Sin embargo, la educación inclusiva se enfrenta a una batalla con las instituciones escolares, las cuales se protegen en los manuales de convivencia (reglamentos escolares), para legitimar comportamientos discriminatorios y eso ocurre porque el contexto escolar no escapa de la mirada heteronormativa y bajo esa premisa se naturaliza las agresiones a los estudiantes que no entran en ese molde. La Unesco en el año 2011 convocó a una consulta internacional sobre el Bullyng homofóbico, la cual tuvo lugar en Brasil, reuniendo a instituciones académicas provenientes de alrededor de 25 países; como resultado de esa reunión se creó un documento titulado “Respuestas del sector educativo frente al Bullyng Homofóbico” (OREAL, 2015). En el documento se señaló que el problema se le ha prestado poca atención, debido a que no se ha generado sensibilidad sobre las causas y los efectos que devienen de dicha conducta, entendiendo que, es un tipo de violencia que se da en el contexto escolar o fuera de este a causa de la orientación sexual e identidad de género de un individuo, sea este real o percibido.
Por otra parte, en el contexto europeo, específicamente en España, han venido trabajando en la educación inclusiva, en razón de ello, han adelantado estudios sobre la homofobia; no solo entre los estudiantes, sino también en el profesorado. Al respecto, Penna et al (2015), argumentó que:
“El profesorado cumple un papel esencial si queremos que desaparezca la homofobia de los centros educativos, tiene que ser el garante del cambio, el formador del alumnado, el responsable de detectar y actuar contra la violencia homofóbica y dar una respuesta educativa de calidad ante la diversidad afectivo-sexual” (p,95).
En España, en el año 2006 se creó la Ley Orgánica, la cual fue pionera en establecer que los estudiantes debían tener el derecho a desarrollarse en sus capacidades afectivas y reconoció la importancia de la diversidad sexual y de preparar a los profesores en lo que respecta a la diversidad sexual.
Contexto social colombiano: panorama de la educación inclusiva
Con la Constitución Política de 1991 se declaró al país como multiétnico y pluricultural, ello sentó las bases para que desde la academia se diera espacio a una conversación sobre la importancia y la realidad de la diversidad en Colombia, generando la necesidad de abarcar la educación desde una perspectiva inclusiva, los más reaccionarios con una idea e identidad fija de lo que debería ser el país y la educación, se preguntaron si realmente estos cambios eran necesarios.
Por tanto, era natural que no existiese un consenso o un único concepto respecto a lo que tenían como proyecto sobre la educación inclusiva, de allí que se dieran ciertas corrientes, puesto que al hablar de educación inclusiva se abarcan distintas poblaciones. En razón de ello, (Liscano, 2016) señala lo siguiente:
“Desde distintos conceptos como a la escuela inclusiva, educación para todos, educación para la diversidad, pluralismo democrático, educación para la ciudadanía, educación intercultural, multicultural, pluricultural o transcultural, se busca garantizar el cumplimiento de los derechos humanos en torno a la educación que se sustenten, cumplimiento de los derechos humanos en torno a la educación que sustentan, en gran medida, el respeto y la atención a la diversidad”. (p,88).
Sin duda la conversación sobre la diversidad ha tenido un avanece significativo para visibilizar que existe una pluralidad valiosa que debe ser respetada en el contexto social y en las aulas, sin embargo, las escuelas siguen siendo un espacio cerrado en el que difícilmente se puede penetrar y resignificar la forma en que se debe tratar a los estudiantes que se identifican con una orientación sexual distinta a la hegemónica, prueba de ello, es que bajo la dirección de Gina Parodi, en el Ministerio de Educación, la opinión pública se manifestó mayormente en contra de las cartillas sobre orientación sexual en las escuelas; en un contexto político marcado por la polarización frente a los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC, en el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos.
Las cartillas sobre orientación sexual en las escuelas, se titularon “Ambientes escolares libres de discriminación. Orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en las escuelas”; si bien la guía fue elaborada por el Ministerio de Educación en colaboración con organizaciones como el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, no fue recibida de buena manera por parte de la población colombiana y de las escuelas e incluso se realizaron marchas bajo la premisa que las guías corrompía la moral y las buenas costumbres.
En el año 2015 en el país, la ONG Colombia Diversa llevó a cabo una encuesta sobre bullyng en razón de la orientación sexual e identidad de género; dicha encuesta tuvo como criterios de inclusión: que las edades oscilaran entre 13 y máximo 20 años, haber asistido a una institución educativa en Colombia durante 2015 e identificarse como lesbiana, gay bisexual o trans, la encuesta fue anónima, la edad preponderante fue 16 años, los resultados fueron preocupantes por el nivel de homofobia que viven aquellos estudiantes cuyos comportamientos no son considerados “ normales”. Puede anotarse que, en Colombia, uno de los apodos ofensivos y recurrentes que se utilizan para los hombres gays es “marica” con este término se busca intimidar y acusar a los chicos de poco masculinos como si hubiese un error en la manera en cómo andan, se visten o hablan. Por su parte, a las mujeres lesbianas se les señala de “machorras” o “areperas” al ser consideras poco femeninas.
La encuesta mencionada fue un parteaguas y surgió de la necesidad de encontrar respuestas a lo sucedido con el estudiante Sergio Urrego, es solo hasta el caso de Sergio Urrego, que se dan conversaciones en torno al abordaje y atención de la educación inclusiva con relación a los estudiantes que hacen parte de la comunidad LGBTI. Sergio Urrego, se quitó la vida a causa del acoso escolar que vivió en el colegio de Bogotá Gimnasio Castillo Campestre, por su orientación sexual Como consecuencia de este terrible hecho, su madre, Alba Lucia Reyes, presentó una acción de tutela el 11 de septiembre del 2014 al colegio, al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, a la Fiscalía General de la Nación, a la Secretaría de Educación de Cundinamarca y a la Comisaría Décima de la Familia en Engativá; la madre de Sergio, no solo demandó a las institución educativa, sino también a las entidades del Estado porque consideró que violaron los derechos fundamentales de su hijo, derechos tales como: el de la intimidad y el buen nombre, ya que luego de su suicidio en los medio de comunicación se difundió información personal del estudiante.
En la sentencia se narran hechos relevantes previos al suicidio de Sergio, en el cual se sostiene que Sergio sostuvo una relación con su compañero Horacio, ambos menores de edad, cursaba undécimo, en ese momento, una de sus amigas les tomo una foto besándose con el consentimiento de ambos. Posteriormente, el celular en el que se encontraba la foto fue decomisado por un profesor, quien sin autorización revisó en el equipo y encontró la fotografía, exponiendo a los jóvenes ante las autoridades académicas, por considerar lo visto como una falta al manual de convivencia en sus artículos 6.2.1.2.1.3 que tildaban las demostraciones afectuosas, tanto fuera como dentro de la institución como obscenas y vulgares.
Además de ello, a los jóvenes se les remitió al psicólogo y se les hizo firmar un documento en el que prometían guardar distancia; pero ello no terminó allí, la institución educativa intento negar la discriminación, argumentando que los llamados de atención se debían a la actitud desafiante de Sergio y no a su orientación sexual, sumado al hecho, de que los padres de su novio no tomaron bien la noticia y aseguraron que Sergio acosaba sexualmente a su hijo y que no eran novios.
Debido a la denuncia penal que interpusieron los papás de Horacio contra Sergio, él entró en un estado emocional del cual no hubo reversa, tomando la decisión de quitarse la vida al arrojarse desde la terraza del Centro Comercial Titán Plaza en la ciudad de Bogotá.
A raíz de este hecho lamentable, la mamá de Sergio solicitó que se indagará en el manual de convivencia de la escuela y que se estableciera un decreto sobre políticas de inclusión para la comunidad con orientación sexual diversa, así como también, se le realizará un grado póstumo a Sergio con sus amigos y familiares y que la institución no siguiera dañando el buen nombre de Sergio con los calificativos de ateo, anarquista, comunista y demás.
Respecto a los requerimientos de la peticionaria, las entidades del Estado se pronunciaron, el ICBF, por su parte señaló que no aceptaban la demanda y que su intervención no podía violentar los derechos que tienen las instituciones educativas.
Si bien, el caso de Sergio Urrego fue mediático y marcó un precedente, no ha sido el único; a diario los estudiantes se enfrentan a conductas homofóbicas en un espacio que debería ser seguro, como ejemplo puede citarse la Acción de Tutela sobre protección de la identidad de género impetrada porJosé Manuel Echeverri Rodríguez contra la Institución Educativa José Félix de Restrepo Vélez en el municipio de Sabaneta, Antioquia. En su narración de los hechos, José Manuel, señaló que si bien en los documentos de identidad aparecía como una persona femenina él se reconocía como un hombre. Sin embargo, pese al cambio de documentos y a la solicitud del estudiante y de la madre, los docentes insistieron en llamarlo con su nombre de nacimiento; “María José” (Sentencia T-443, 2020).
La actitud de llamarlo por su nombre de nacimiento, pese a que el estudiante solicitó que se le llamara de la forma en que se identificaba, demuestra la actitud provocativa y desafiante por parte de las instituciones educativas y esto se debe a que se sigue viendo la identidad de género como un problema menor, como una moda, como una forma de llamar la atención, como una identidad que no es fija, sino que deviene de la falta de madurez o confusión y bajo esos pensamientos se justifica la agresión “pasiva” de los docentes a los estudiantes.
Otra acción de tutela que puede mencionarse fue interpuesta por la estudiante Cristina Quiñonez, en contra de la Institución Educativa la Anunciación, que solicito utilizar la indumentaria femenina “Toga” en la ceremonia de graduación de bachiller. Al momento de la acción legal, la estudiante contaba con 22 años de edad, según la narración de los hechos, y se identifica como una persona transexual, es por ello que solicito ir de toga, puesto que a los compañeros varones se les asignó esmoquin. Sin embargo, la rectora no se lo permitió argumentando que en su cédula está estipulado que es un hombre y como tal debe graduarse con esmoquin o graduarse por ventanilla. (1)
Conclusión
A modo de cierre y para seguir reflexionando, se puede decir que la educación inclusiva es una temática interesante y de gran relevancia en los países latinoamericanos, que abarca diversas aristas y se compone de distintos actores sociales, los cuales deben cumplir con la tarea de garantizar una educación integral y de calidad a la población diversa, especialmente a la comunidad LGBTI que se encuentra expuesta a la discriminación y a la homofobia en el contexto escolar y fuera de este.
Las sentencias de amparo de derechos en Colombia señaladas, demuestran que los jóvenes no pueden ser libres en el ambiente educativo; si bien es cierto, que deben ceñirse a las reglas y manual de convivencia que promueven las instituciones educativas, dichos manuales no pueden violentar sus derechos humanos. Sin embargo, el trabajo de sensibilización y concientización que han realizado distintas entidades frente a esta problemática, mediante cartillas didácticas y campañas de sensibilización, abren la puerta para que la sociedad construya un diálogo abierto y propositivo que permita convertir a las instituciones educativas en espacios seguros para el libre desarrollo de la personalidad de sus educandos, tal como lo consagra la Carta Magna Colombiana de 1991.
Referencias
Acción de tutela para solicitar la protección de la identidad de género . (s.f.). Obtenido de https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2020/T-192-20.htm
Capelari, M., Nápoli, F., & Tilli, P. (2019). Relaciones entre políticas de inclusión y tutoría en la Educación Superior: tendencias nacionales y latinoamericanas. Cuadernos de Educaciòn. Obtenido de https://revistas.unc.edu.ar/index.php/Cuadernos/article/view/25301/24657
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (2018). Reconocimiento de derechos de personas LGBT.
Liscano, D. (2016). EDUCACIÒN PARA LA DIVERSIDAD: Las representaciones sociales y pràcticas culturales frente a la poblacion LGBTI en la Universidad. Obtenido de https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/393910/dclr1de1.pdf?sequence=1
Massimo Amadio. (2009). La educación inclusiva en América Latina y el Caribe: un análisis exploratorio de los informes nacionales presentados a la conferencia internacional de educación 2008. Santiago de Chile: UNESCO. Obtenido de https://www.iglesia.cl/especiales/catequesis_inclusiva/docs/Analisis_Informes_Nacionales_Educacion_Inclusiva.pdf
Naciones unidas. (1989). Convención sobre los Derechos del Niño. Obtenido de https://www.ohchr.org/es/instruments-mechanisms/instruments/convention-rights-child
OREAL. (2015). La violencia homòfobica y transfobica en el ambito escolar: hacìa centros educativos inclusivos seguros en America Latina. Santiago: UNESCO. Obtenido de https://www.mineduc.cl/wp-content/uploads/sites/19/2022/03/violenciahomofobica_transfobica_ambitoescolar.pdf
OREAL. (2015). La violencia homòfobica y transfobica en el ambito escolar: hacìa centros educativos inclusivos seguros en America Latina. Santiago: UNESCO. Obtenido de https://www.mineduc.cl/wp-content/uploads/sites/19/2022/03/violenciahomofobica_transfobica_ambitoescolar.pdf
Penna Tosso, M., & Sánchez Sáinz, M. (2015). Evaluación de la homofobia en los futuros docentes de Educación Secundaria. Revista de Investigación Educativa,, 83-98. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/2833/283332966002.pdf
UNESCO. (1 de abril de 2024). La inclusión en la educación: que nadie quede rezegado. Obtenido de https://www.unesco.org/es/education/inclusion
SENTENCIA T-443. (2020). Obtenido de https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?dt=S&i=117037
Notas
* Darling Ayala Freites es socióloga, magíster en Estudios de Género y Violencia Intrafamiliar, y doctoranda en Educación. Se desempeña como docente investigadora en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Atlántico (Colombia) y es becaria de Colciencias. Su trayectoria académica se enfoca en la investigación de políticas públicas de género, educación inclusiva y derechos humanos, con especial énfasis en la diversidad sexual y las temáticas LGBTI. Aborda sus investigaciones desde un enfoque interseccional, crítico y de derechos.
1. Grado por ventanilla hace referencia aquellos estudiantes que por voluntad o alguna circunstancia especial deciden recibir el diploma o acta de grado en la oficina de admisiones bajo los parámetros establecidos por la institución.
