Sistema de Capacitación en Gestión Integral de Riesgo de Desastres propuesto desde El Centro de Investigación Ambiental, para las Comunidades de la zona norte del volcán San Vicente, El Salvador, Centroamérica

Edgar Antonio Marinero Orantes*

Fuente de la imagen: El Universitario (eluniversitario.ues.edu.sv) (02/10/2020)

Resumen

En este capítulo se presenta, la experiencia desarrollada desde el 2014, en la Facultad Multidisciplinaria Paracentral de la Universidad de El Salvador, en cuanto a la propuesta de sistema de capacitación de la Gestión Integral de Riesgo de Desastres (SCGIRD), considerando las relaciones teóricas de los componentes que la integran: fines, premisas, principios, rasgos y dimensiones. Asimismo, la fundamentación teórica en que se sustenta un sistema, las características regionales y locales de las poblaciones que participaron en el estudio. Además, las potencialidades y deficiencias de los modelos actuales de capacitación implementados en el proceso de la GIRD. También se describen las actividades necesarias para generar los contenidos de formación de las destrezas necesarias para implementación de la propuesta de sistema de capacitación en SCGIRD, constituyendo la parte esencial para la evolución de la propuesta. En relación con la validación de los resultados obtenidos, y con el objetivo de aumentar los beneficios que aporta el diseño del sistema de capacitación se efectuó la valoración de expertos con otras técnicas como método Delphi, sobre la organización y resultados del SCGIRD.

Palabras clave: El Salvador, Sistema, capacitación, volcánico, riesgos.

Abstract

This chapter presents the experience developed since 2014 at the Multidisciplinary Paracentral Faculty of the University of El Salvador, regarding the proposal of a Disaster Risk Management Training System (SCGIRD), considering the theoretical relationships among its components: objectives, premises, principles, characteristics, and dimensions. It also discusses the theoretical foundations underpinning the system, the regional and local characteristics of the populations involved in the study, as well as the strengths and weaknesses of the current training models implemented in the GIRD process. The chapter also describes the activities necessary to develop training content and the skills required for implementing the proposed SCGIRD training system, forming the core for the proposal’s development. Regarding the validation of the results obtained, and with the aim of enhancing the benefits provided by the system’s design, an expert evaluation was conducted using techniques such as the Delphi method, focusing on the organization and outcomes of the SCGIRD.

Keywords: El Salvador, System, training, volcanic, risks.


Introducción

La academia es uno de los pilares fundamentales en el fortalecimiento de la resiliencia comunitaria al brindar información técnico-científica como herramienta que surge al evaluar las distintas amenazas y la vulnerabilidad a la que se encuentran expuestas las comunidades de San Vicente, para una mejor toma de decisión a nivel local. Ante esta necesidad que prevalece por fenómenos adversos cada vez más frecuentes e intensos debido a la variabilidad climática, una de las formas en que las comunidades fueron beneficiadas fue mediante la creación de un Centro de Investigación Ambiental (CEIA), el cual tiene como finalidad el realizar investigaciones locales mediante ejes como la hidrogeología, vulcanología y meteorología principalmente.

El Centro de Investigación Ambiental (CEIA) surge como parte de un proyecto financiado por Solidar Suisse y con la finalidad de fortalecer las capacidades resilientes de las comunidades de San Vicente. De esta manera, se consolida la infraestructura operacional y organizativa del CEIA en el año 2018 hasta la fecha 2024, en las instalaciones de la Facultad Multidisciplinaria Paracentral de la Universidad de El Salvador. Durante este periodo se contó con la participación de líderes comunitarios, observadores locales y técnicos en gestión de riesgo de la periferia de San Vicente, así como de los distritos de Guadalupe, San José Verapaz, Tepetitán y San Cayetano Istepeque, para poder atender al contexto multiamenazas que representan el volcán de San Vicente en sus alrededores.

En este sentido, el CEIA brinda el soporte técnico para la evaluación de amenazas que permitiría la conformación del Sistema de Alerta Temprana (SAT) del flanco norte del volcán San Vicente en los distintos distritos que atienden a las comunidades rurales y urbanas. Este SAT se basa en una red de observadores locales organizados mediante las instituciones en gestión de riesgo como la Gobernación departamental y la Dirección General de Protección Civil, así como las municipalidades entre otras. Esto representa una mayor participación ciudadana de los líderes comunitarios en los ejes de la resiliencia en los que se encuentra fundamentado el SAT, los cuales abordan desde la identificación de la amenaza, la evaluación y monitoreo del desarrollo de la amenaza y las zonas vulnerables.

De esta manera, es posible el riesgo percibir al que se encuentran expuestas las comunidades tomando en cuenta aspectos de gobernanza local, servicios financieros, asistencia a emergencia, contingencias, voluntariado y legislación en gestión de riesgo. 

En este contexto, los referentes líderes comunitarios, observadores locales y voluntarios fueron capacitados en temáticas en gestión integral de reducción de riesgos de desastres. Esto permitió crear capacidades para la adaptación ante una emergencia sin asistencia humanitaria, con lo cual es posible sostener el sistema en el tiempo y no depender de la gobernanza que varía según la administración de turno a nivel nacional, así como local. El resultado del proceso de capacitación se reflejó en líderes y observadores locales capaces de registrar y monitorear el desarrollo de fenómenos hidrometeorológicos, mediante la vigilancia continua y la coordinación con los actores clave. Asimismo, se evidenció mayor participación, divulgación y conocimiento en cuanto a la gestión de riesgos mediante el desarrollo de los ejes fundamentales de la resiliencia.

La información remitida por los observadores locales, líderes comunitarios, voluntarios y actores clave es utilizada para corroborar la información a nivel local y evaluar los distintos escenarios posibles ante el impacto por un fenómeno natural adverso. Asimismo, la información obtenida mediante teledetección al analizar imágenes satelitales y de radar, guías numéricas de procesos termodinámicos de la zona, parámetros hidrometeorológicos recopilados por estaciones en la zona, permite validar la información brinda por la red de observadores locales del SAT.

Una vez recopilada, validada y analizada la información sobre las distintas amenazas, se elabora un informe o boletín, el cual es el resultado de la participación en conjunto de las comunidades, la academia y la gestión con los actores locales. De esta manera, se proporciona una herramienta que busca esclarecer técnicamente las condiciones locales para ser evaluada en la toma de decisiones por los distintos actores clave de la gobernanza local, con el fin de realizar acción más certeras y eficaces que salvaguarden la vida de las personas.

Adicionalmente, se proporciona mapas de gestión de riesgos en los que se denotan las zonas incendiadas, zonas de deslizamiento y sus posibles flujos de escombros, registros de precipitación, índices espectrales y observadores locales presentes en la zona.

Enfoques teóricos de Gestión de Riesgos

Los enfoques del riesgo natural, relacionados con el daño eventual y potencial destructivo de los fenómenos ambientales; el riesgo antrópico, que va ligado a los procesos sociales que generan condiciones de riesgo; así como el enfoque económico (que calcula el riesgo en términos de probabilidad de pérdida y ganancia; la visión de la filosofía europea (donde el riesgo es resultado de una decisión racional o consecuencia de la modernidad) y la visión culturalista (que considera el riesgo como un valor socialmente construido), todos ellos, ofrecen un marco conceptual para comprender la dinámica del riesgo de una manera integral y tomar las medidas correctas para minimizar las consecuencias producidas por desastres y catástrofes (Orozco y Guevara, 2011, p. 21)

A partir de estos enfoques y de los avances temáticos, el riesgo puede entenderse a través de la dinámica de:

  • La multiplicidad de peligros (amenazas) que se manifiestan en las dimensiones económica, medioambiental, social y tecnológica;
  • La vulnerabilidad que representa para los distintos elementos del medioambiente, su exposición a peligros manifiestos o potenciales (eventos naturales, tecnológicos, epidemias, entre otros), y
  • La capacidad resiliente para afrontar las amenazas, absorber su impacto, revertirlo, transformarlo, y en consecuencia, disminuir con ello la propensión al riesgo.

Tomando en cuenta las consideraciones anteriores, la presente propuesta asume el concepto de Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (GIRD), como la integración holística de los principios propuestos por Cardona (2001), Lavell (2006); Narváez (2018); Narváez et al., (2009) y UNISDR (2009 y 2012), que se expresa como “Un proceso social y político, sistemático y continuo, a través del cual se busca controlar los procesos de creación o construcción de riesgo o disminuir el riesgo existente con el fin de reducir el impacto adverso de las amenazas naturales y la posibilidad de que ocurra un desastre, con la intención de fortalecer los procesos de desarrollo sostenible y la seguridad integral de la población”.

Por lo tanto, la propuesta de sistema de capacitación de la gestión integral de riesgo de desastres (SCGIRD) que se propone considera los aspectos que se enumeran a continuación:

  • El “estado del arte” del área del conocimiento de la Gestión de Riesgos y Desastres a escala internacional, combinado saberes, experiencias y buenas prácticas desde lo nacional, lo regional y lo local-tradicional; así como las políticas, principios y tareas emanadas de los marcos legales internacionales, regionales y nacionales sobre reducción de riesgos de desastres (RRD).
  • Criterios científicos, técnicos, metodológicos y sociales de la perspectiva institucional de sectores y organizaciones claves de la sociedad que demandan y/o aplican principios de la gestión de riesgos (GR).
  • Asume los conceptos y principios más actuales y novedosos en el diseño curricular: modelo pedagógico centrado en la persona; empleo de multimodalidad en el esquema enseñanza-aprendizaje; utilización instrumentos, herramientas y desarrollos tecnológicos y didácticos.
  • Se enfoca en la búsqueda de información científico-técnica relevante, lectura de textos científicos, escritura de ensayos y artículos científicos, la formulación de proyectos de investigación y desarrollo (I+D+i) y su gestión, y el trabajo científico-investigativo en grupos multidisciplinarios y su capacidad para desarrollar aplicaciones que contribuyan a la solución de problemáticas de interés nacional y a la socialización de los productos resultantes de su investigación.

El sistema como resultado científico

Una vez analizados los aspectos teóricos acerca la gestión integral de riesgos de desastres desde los diferentes enfoques, el estudio de la normativa vigente en El Salvador y el resultado de los estudios empíricos acerca de cómo se visualiza e implementa en la práctica este fenómeno, se puede describir una situación donde no existe consenso en la gestión integral de riesgos y desastres y la necesidad de preparación en las comunidades para mitigarlo.

Ante esta situación existen diferentes alternativas a seguir y se decidió optar por una opción investigativa que abarcara no solo cuestiones prácticas, sino también, teóricas y metodológicas, factibles de ser valoradas por las instancias correspondientes e implementadas en la práctica.

Además, la decisión se apoyó en el reconocimiento de otros autores, tal es el caso de De Armas; Lorences y Perdomo (2010); Valle Lima (2012); Ortiz y Sanz (2016). Un primer análisis se refiere a entender por sistema a los efectos de la investigación desde el punto de vista etimológico. Cabe mencionar que el Diccionario de la real academia de la lengua (2010), lo define como: Conjunto de reglas o principios racional y ordenadamente enlazados entre sí, que contribuyen a modificar un determinado objeto y permiten la normal ejecución del resto de las operaciones (p. 25).

Por su parte, Stoner y Freeman (1996), lo consideran un conjunto de elementos ordenados de acuerdo con cierta estructura y en constante interacción para el logro de ciertos objetivos. Dispone de un mecanismo de autorregulación para mantener el equilibrio y se puede descomponer en subsistemas que a su vez pueden ser considerados como sistemas.

Desde una perspectiva más economicista Koontz (2003), percibe al sistema como un conjunto de objetos o partes unidos entre si por alguna forma de interdependencia, lo considera unitario e intencional compuesto de partes interrelacionadas.

Entre las características distintivas de los sistemas, según criterios de García (2014) se encuentran, entre otras:

• La definición de un sistema depende de la comodidad o el interés de la persona; lo que es una cuestión de enfoque.

 • Siempre reacciona globalmente a cualquier estímulo en cualquier parte o unidad.

• La actividad de cualquier parte afecta a la de todas las demás.

• Permite ver el entorno como un todo y como una parte de un ambiente externo más amplio.

• Puede asumirse como una construcción teórica de la realidad, expresada en una representación gráfica.

Desde un punto de vista más socioeducativo, De Armas; et al (2010) conciben los sistemas como:

• Representaciones del objeto de investigación que aportan, a partir de aristas distintas a las existentes, nuevos conocimientos respecto a sus características, propiedades y relaciones esenciales y funcionales.

• Son construcciones teóricas que interpretan, diseñan y reproducen simplificadamente la realidad o parte de ella en correspondencia con una necesidad histórica concreta y de una teoría referencial.

• La representación que se realiza en el sistema tiene un carácter analítico y muestra al objeto en su dimensión estructural.

• El sistema se refiere al aspecto externo y enfatiza en la reorganización de los componentes y relaciones del objeto.

• La diversidad de sistemas depende del o los principios asumidos para su construcción.

• El sistema es un tipo particular de modelo dirigido a la representación de la estructura de una unidad o un todo integrado por componentes.

Por tanto, un sistema es totalmente factible como resultado de investigación y en su concepción es clave la propuesta de vías de implementación, seguimiento y perdurabilidad en el tiempo.

 En muchos casos, las propuestas de sistemas no están suficientemente justificadas y/o fundamentadas, percibiéndose con disímiles características. Según Ludwing Von Bertalanffy (1968), el sistema debe estar estructurado por premisas, principios, teorías, formulaciones conceptuales que pueden crear condiciones de aplicación en la realidad empírica. Se integran las diversas ciencias y mantienen un continuo intercambio de materia/energía/información con el ambiente.

Por su parte De Armas; Lorences & Perdomo (2010) plantean que en los marcos de los trabajos de tesis doctoral el sistema debe ser presentado de la siguiente manera:

• Marco epistemológico (Fundamentación y justificación de su necesidad)

• Contexto social en el que se inserta y objetos de la realidad con que interactúa

• Representación gráfica

• Explicación (significados, exigencias, criterio de uso, argumentación sobre sus cualidades)

• Formas de instrumentación (Recomendaciones, alternativas variantes)

• Evaluación

En el caso del sistema de capacitación propuesto tiene una estructura particular porque será concebido desde y para la comunidad en función de sus intereses, necesidades y particularidades en la gestión de riesgos de desastres.

Caracterización del Departamento de San Vicente

El departamento de San Vicente donde se localiza la zona de investigación que comprende cinco municipios, está localizado en la zona paracentral de El Salvador en Centroamérica (Figura 1).

Figura 1.

Ubicación del departamento de San Vicente, en El Salvador, Centroamérica

Con una superficie de 1,195 km2, representa casi el 6% de la superficie del país. Además, la elevación mayor es el volcán San Vicente con una altura de 2, 181 metros sobre el nivel del mar. El norte del departamento es montañoso; en el Sur se extiende una gran planicie hasta el mar. La temperatura oscila entre 21ºC y 24ºC como promedio; y cada año caen unos 1,770 milímetros de lluvia (Ministerio del Medio Ambiente, 2010, p. 11).

De los ríos que atraviesan el Departamento, el Río Lempa con todos sus afluentes es el más importante. De los bosques originales, solo quedan reductos en la cima del volcán, y un área reducida de manglares en la desembocadura del Río Lempa (San Vicente Productivo, 2004, 17).

 La población por municipio se detalla en la tabla 1, de esta población viven en el área rural 56%, y en los centros urbanos 44%. La dinámica poblacional ha cambiado en las últimas décadas. La mayor cantidad de población se encuentra en los municipios de San Vicente, Tecoluca y Apastepeque. Asimismo, los municipios con menor número de habitantes son Tepetitán y San Cayetano Istepeque.

Tabla 1.

Es importante además resaltar los aspectos relacionados con las condicione educativas del departamento, El Ministerio de Educación (MINED) está organizado en 15 distritos escolares. Se ha logrado incrementar la matrícula año tras año. En 2001, había 51,034 alumnos; en 2003, 56,834 alumnos, un incremento de 5,800 alumnos en 4 años (San Vicente Productivo, 2004, 17).

En efecto, (Ministerio de Educación (MINED), 2009) establece que, de 43,865 estudiantes, casi el 98% son alumnos de instituciones públicas y solamente 899 alumnos corresponden a instituciones privadas Un 47% de los alumnos es beneficiario de la iniciativa conjunta de los Ministerio de Educación y de Salud, de las Escuelas Saludables, que ofrecen un refuerzo alimentario, atención médica gratuita y vacunación preventiva. Asimismo, de 240 centros educativos, 98% son públicos y el 2% son escuelas privadas.

Cabe agregar, que el MINED (2009) sostiene que hay un total de 240 establecimientos escolares en el Departamento, 60 centros educativo corresponden al 25% se concentran en los centros urbanos, y el 75% corresponden a la zona rural. Llama la atención que un 48% de los alumnos son mujeres, y el 52% son hombres. De 2,083 secciones el 71% son puras y el 29% son integradas.

En cuanto a los riesgos, analizando los diferentes registros históricos bibliográficos, permite realizar el perfil real frente a los eventos o fenómenos naturales asociados a las condiciones antrópicas y socio naturales, considerando fuentes de información, las amenazas son: Geológicas (Erupción Volcánica, Sísmicas y Deslizamientos) y Flujos de Lahar) hidrometeorológica (desbordamiento de ríos, desbordamiento quebradas e Inundaciones Meteorológicas. Depresiones Tropicales, Tormentas Tropicales, Sequía, y la posible manifestación de huracanes son consecuencia de los efectos del cambio climático (Tabla 2).

Teniendo en cuenta que el tema principal de esta investigación es la propuesta de un sistema de capacitación en gestión de riesgo, es pertinente conocer el abordaje de este tema en el departamento de San Vicente.

En ese sentido, las capacitaciones provenientes de diferentes agencias de cooperación establecieron las características que se han desarrollado hasta la fecha, generando los espacios que fortalecieron las estructuras que hacen realidad su ejecución. 

Tabla 2

Riesgos principales del departamento de San Vicente

RiesgosEjemplo de riesgos
Sismología-Enjambres sísmicos
Vulcanología-Deslizamientos
Hidrometeorológico-Lahares
 -Posibles erupciones
 -Sequías

Nota: Tomado del Documento Principal: Síntesis / Plan de Desarrollo de San Vicente, Consejo Departamental de Alcaldes (CDA) y Grupo Gestor de San Vicente, 2004 y MARN, 2010.

Además, la creación de la ley de protección civil en el 2005 estableció las condiciones para garantizar la intervención organizada de los actores locales involucrados en ponerla al servicio de la sociedad. Para tal efecto, se establecieron las Comisiones Departamentales de Protección Civil (CDPC), las Comisiones Municipales de Protección Civil (CMPC) y finalmente las Comisiones Comunitarias de Protección Civil (CCPC) (Figura 2).

Figura 2

Componentes del proceso de gestión de riesgo en el departamento de San Vicente

El esquema anterior representa los niveles de intervención y decisión, establecidos en la ley de protección civil, donde la lógica está definida por una cadena de información desde la Comisión Departamental de Protección Civil hasta la comisión municipal y esta con las comisiones municipales. Además, en esta lógica municipal las organizaciones no gubernamentales realizan su intervención y al mismo tiempo fortalecen las comisiones comunitarias.

Metodología

El principal propósito del diagnóstico fue recolectar información respecto de los municipios que se encuentran en la zona norte del volcán de San Vicente. También, se pretendía tener información básica de los riesgos que permita la comprensión de la realidad de las familias que se encuentran ubicadas en el territorio elegido para intervenir.

La experiencia se desarrolló en cinco municipios ubicados en el departamento de San Vicente, república de El Salvador: Guadalupe, Verapaz, Tepetitán, San Cayetano Istepeque y San Vicente (figura 3); durante el período comprendido entre los años 2018 hasta 2022. 

A partir de lo planteado en los párrafos anteriores y como elementos de juicio, se definieron criterios generales para la selección de las comunidades, luego de realizar discusiones profundas considerando la información colectada y las opiniones obtenidas. En ese sentido, se establecieron como criterios los siguientes: la comunidad como centro de referencia, nivel de organización, experiencia en manejo de riesgos, vías de acceso, infraestructura básica, presión antrópica sobre los recursos naturales, cantidad de población, interés de las comunidades y ubicación próxima al edificio volcánico.

En cuanto a los resultados del diagnóstico, se caracteriza la gestión integral de riesgo de desastres en cinco municipios del departamento San Vicente, empleando distintos instrumentos: revisión documental y una entrevista, a los distintos actores involucrados en el proceso entre los que destacan alcaldes, directores de instituciones, observadores locales y representantes comunitarios, los cuales son sometidos al procesamiento estadístico con el empleo del programa SPSS versión 25 en español para Windows.

En la toma de datos, se utilizó la Herramienta para medir la resiliencia comunitaria ante desastres, presentada por la Organización Humanitaria Internacional (GOAL) en el año 2015, para medir la resiliencia comunitaria ante desastres, la encuesta de Resiliencia Comunitaria Ante Desastres, compuesta de dos partes, Contexto General de la Comunidad y Evaluación de Características de Resiliencia Comunitaria Ante Desastres.

La investigación se realizó considerando cuatro etapas, asociados a las preguntas científicas y tareas establecidas: uno de construcción teórica, el siguiente el diagnóstico o indagación empírica, otro de diseño del sistema de capacitación y el último de valoración del resultado fundamental.

En la zona norte del volcán San Vicente se aplicaron 313 encuestas a integrantes de comisiones comunitarias y población de las comunidades, que se distribuyen de la siguiente manera, en los municipios de la zona de estudio: el 20% habitantes de Guadalupe, en cuanto a Verapaz 20%, Tepetitán el 19.4%, San Cayetano Istepeque el 19.4 y el 22.3% en San Vicente.

Figura 3

Mapa de ubicación de los cinco municipios participantes, en el proceso de investigación

En relación con la validación de los resultados obtenidos, y con el objetivo de aumentar los beneficios que aporta el diseño del sistema de capacitación se efectuó la valoración de expertos con otras técnicas como método Delphi, sobre la organización y resultados del Sistema de Capacitación de Gestión Integral de Riesgo de Desastres.

Resultados

En cuanto a los resultados obtenidos, con la implementación de la metodología antes mencionada, se logró identificar los aspectos relacionados con la resiliencia comunitaria ante desastres que comprende, la encuesta de Resiliencia Comunitaria Ante Desastres, compuesta de dos partes: Contexto General de la Comunidad y Evaluación de Características de Resiliencia Comunitaria Ante Desastres.

Aspectos de gobernabilidad

Uno de los problemas identificados es el aspecto de gobernabilidad, es el liderazgo comunitario, ante lo cual se obtuvieron las respuestas siguientes: El 33.3% de los entrevistados manifestó que existe un nivel medio de compromiso y efectividad del liderazgo, con mayor número de actividades; el 30% plantea que existe un compromiso de liderazgo limitado y poco efectivo. Asimismo, expresó que el 23,3% sostiene que el liderazgo es comprometido, efectivo y rinde cuentas ver tabla 4.

Tabla 4

Liderazgo comunitario desde el análisis de la gobernabilidad

 Aspecto evaluadoPorcentaje
 No existen personas líderes en la comunidad3.3
Compromiso de liderazgo limitado y poca efectividad30.0
Nivel mediano de compromiso y efectividad10.0
Nivel medio de compromiso y efectividad, con mayor número de acciones33.3
Liderazgo comprometido, efectivo y rinde cuentas23.3
Total100.0

Desde la perspectiva de las Comisiones Municipales de Protección Civil (CMPC), las habilidades referidas a la gobernabilidad están relacionados fuertemente con los derechos y obligaciones que están relacionado con la GIRD. En consecuencia, los aspectos que más predominan con el 43.3% se plantea que la comunidad tiene algún conocimiento de sus derechos y obligaciones, seguido de un 23.3% que manifiesta que las comunidades tienen algunos conocimientos de sus obligaciones.

En el caso de la GRD, en los últimos años es uno de los componentes que debe ser considerado en los planes y acciones para el desarrollo de las comunidades, en ese sentido se preguntó, si se considera la GIRD en la elaboración de los planes de desarrollo de las comunidades. Entonces, los resultados que se presentaron señalan el 26.67% sostiene que la comunidad no considera RRD, como parte de sus planes, en ese mismo sentido 23.33% sostiene que la comunidad considera la RRD como una parte integral, de la misma manera 23.33% establece que la comunidad considera RRD importante para el alcance de los objetivos figura 5.

Figura 5

Es la RRD considerando por la comunidad como una pieza integral de los planes y acciones para alcanzar objetivos comunitarios más amplios

En la figura 6, se establece que el 26.67% algunos grupos vulnerables participan en la toma de decisión regularmente, asimismo el 23.33% la mayoría de los grupos vulnerables participan en la toma de decisión regularmente y de igual manera el 23.33% sostiene que los grupos vulnerables no participan en toma de decisión.

Figura 6

Están incluidos los grupos vulnerables en la toma de decisiones comunitarias y gestión de RRD

Evaluación de Riesgo

Con respecto a la evaluación de amenazas, es importante señalar que un aspecto importante es la forma en que la comunidad aborda la evaluación y si existe una forma de compartirlo comunitariamente con el objetivo de propiciar la adopción de esta mística de evaluación.

En ese sentido en la tabla 5, se muestra el comportamiento de la comunidad en cuanto el proceso de evaluación, donde el 33.3% manifiesta que se ha realizado una evolución de amenazas y que se ha compartido. Además, el 26.7%, señala que se ha llevado una evaluación de forma participativa y el mapeo de amenazas de la comunidad. Y un 20% indica que se ha llevado a cabo una evaluación participativa y el mapeo de amenaza, con socialización de los resultados con la comunidad.

Tabla 5.

Ha realizado la comunidad, de forma participativa, evaluación de amenazas, ¿ha compartido los hallazgos y se cuenta con recurso humano capaz de conducir y actuar en evaluaciones?

Aspectos evaluadosPorcentaje
Nunca se ha realizado de forma estructurada y participativa16.7
Se ha realizado de forma participativa una evaluación y mapeo de amenazas en la comunidad26.7
Se ha realizado de forma participativa una evaluación y solamente se han socializado con algunas personas3.3
Se ha realizado de forma participativa una evaluación y mapeo de amenazas, se ha socializado con la mayoría33.3
Se ha realizado de forma participativa evaluación y mapeo, socializado con toda la comunidad20.0
Total100.0

En igual manera, el análisis de vulnerabilidad comunitario es un aspecto de suma importancia para llevar a cabo propuestas de desarrollo de la comunidad, debido que permite visualizar los aspectos del desarrollo que necesitan gestión para mejorar las condiciones de los medios de vida en el contexto donde realiza la evaluación.

En ese mismo sentido, la tabla 6, deja claro que el 50% establece que la comunidad tiene algún conocimiento sobre riesgos basados en su experiencia y el conocimiento del contexto donde se desenvuelve diariamente. Además, señala que el 26.7% sostiene que la comunidad tiene un nivel medio del conocimiento de los riesgos de manera local basada en su percepción y conocimiento tradicional.

Tabla 6

¿Ha realizado la comunidad un análisis de vulnerabilidad (AVC), ha socializado los hallazgos y tiene recursos humanos capacitados para conducir y actualizar estas evaluaciones?

Aspectos evaluadosPorcentaje
La comunidad tiene poco o ningún conocimiento o percepciones locales del riesgo3.3
La comunidad tiene algún conocimiento sobre riesgos basados en el conocimiento y percepción del riesgo50.0
La comunidad tiene un nivel medio de conocimientos sobre riesgos basados en conocimiento local y percepción del riesgo26.7
La comunidad tiene un alto nivel de conocimientos sobre riesgo basado en conocimiento local y precepción20.0
Total100.0

Conocimiento y Educación

En este aspecto del conocimiento y la educación, tiene como fin entender el grado al cual la comunidad participa en el diálogo relacionado con riesgos potenciales y estrategias de mitigación asociadas. Cabe agregar, que es importante conocer el grado al cual la información y la experiencia relacionada con RRD se comparten con los niños a través de mecanismos tales como métodos de educación formal y comunicación informal comunitaria. Asimismo, la capacitación de docentes para diseminar la información correctamente.

Mientras tanto, es de importancia identificar el grado al cual las creencias religiosas/culturales y valores impactan sobre el entendimiento de las comunidades, sobre el riesgo y su capacidad de adaptarse y recuperarse de manera cooperativa y efectiva.

En la tabla 7, se describe que el 30% destaca que regularmente existen debates abiertos y participativos, sobre los problemas, soluciones y prioridades relacionados al riesgo ante los desastres. Además, el 26.7% establece que existen debates abiertos dentro de la comunidad y que son poco frecuentes, relacionados con los problemas y soluciones relacionados con la GRD. También, se establece que el 20% plantea que no existe un debate abierto dentro de la comunidad sobre problemas, soluciones y prioridades relacionados con la GRD.

Tabla 7.

Para continuar en la misma vía, se preguntó en cuanto a la transmisión de conocimientos y capacidades de la GRD, en el ámbito formal e informal, de manera oral de generación a generación. En ese mismo sentido, se observó que el 23.33% se resalta que algunos conocimientos de RRD se están transmitiendo por la escuela y de forma oral. De la misma manera, existe un 23.33% que manifiesta que existe mínima difusión del conocimiento y capacidades de la RRD en la comunidad. Finalmente, un 20% considera que algunos conocimientos y capacidades sobre RRD, están siendo transmitidas únicamente de forma oral.

Gestión de riesgo y reducción de vulnerabilidad

Las condiciones ambientales no sólo modifican la frecuencia de los eventos de amenazas, sino que también los ecosistemas sirven como barreras naturales que pueden moderar los efectos de una amenaza y proteger las comunidades. Así que administrar pro-activamente las áreas naturales pueden asegurar la protección del medio ambiente y reducir los factores subyacentes del riesgo ante desastres, manteniendo la resiliencia inherente en el ecosistema.

En la tabla 8, se describe las prácticas de gestión ambiental que reducen el riesgo a desastres, presentando los siguientes resultados: 40% sostiene que existen pocas o ninguna práctica de gestión ambiental sostenible utilizadas por la comunidad (las medidas de protección del medio ambiente tienden a ser de una sola vez, fragmentadas y de corto plazo) y hay pocas o ninguna medida tomadas para adaptarse a los nuevos riesgos relacionados con el cambio climático. Asimismo, el 16.7% plantea que No hay ninguna consideración para prácticas de gestión ambiental sostenible en la comunidad. Además, otro 16.7% sostiene que Hay algunas prácticas de gestión ambiental sostenible utilizadas por la comunidad (las medidas de protección del medio ambiente son más numerosas y de más largo plazo) y se toman algunas medidas para adaptarse a los nuevos riesgos relacionados con el cambio climático.

Tabla 8

¿La comunidad adopta prácticas de gestión ambiental sostenible que reduzca el riesgo ante desastres y se aceptan a los nuevos riesgos relacionados con el cambio climático?

Aspectos evaluadosPorcentaje 
No hay consideración para prácticas de gestión ambiental sostenible16.7 
Existen pocas o ninguna práctica de gestión ambiental sostenible utilizadas por la comunidad40.0 
Hay algunas prácticas de gestión ambiental sostenible utilizadas por la comunidad16.7 
Las prácticas de gestión ambiental sostenible son utilizadas por la mayoría de la gente de la comunidad13.3 
Las prácticas de gestión ambiental sostenible son utilizadas ampliamente a lo largo de toda la comunidad13.3 
Total100.0

Con respecto, al aspecto fundamental si la comunidad tiene acceso a instalaciones de salud y trabajadores de salud equipados y capacitados para responder a las consecuencias de los desastres y otros eventos de peligro menores en la salud física y mental, y apoyado por el acceso a los servicios.

En la tabla 9, describe el 36.7% que Hay visitas constantemente de trabajadores de la salud comunitarios capacitados y hay un centro de salud accesible, totalmente equipado, con todo el personal, equipo y medicamentos necesarios para la atención médica, así como referencias para emergencias. En igual manera, se presenta un 26.7% que manifiesta que Hay visitas constantemente de trabajadores de la salud comunitarios capacitados y hay un centro de salud accesible, con un médico y una enfermera, con el equipo, los medicamentos y los mecanismos de remisión, más esenciales.

Tabla 9

Tiene la comunidad acceso a instalaciones de salud y trabajadores de salud equipados y capacitados para responder a las consecuencias de los desastres y otros eventos de peligro menores en la salud física y mental, y apoyado por el acceso a los servicios

Aspectos evaluadosPorcentaje
No hay nadie entrenado en servicios de salud y no existe acceso a ellos6.7
Hay visitas ocasionales de trabajadores de salud en la comunidad16.7
Hay visitas de trabajadores de la salud capacitados13.3
Hay visitas constantes de trabajadores de la salud26.7
Hay visitas constantes de trabajadores de salud y existen centros de salud accesibles36.7
Total100.0

En cuanto a la figura 7, se plantean las prácticas de medios de vida resistentes a amenazas de seguridad alimentaria, donde se describe que el 46.67% pocos miembros de la comunidad mantienen una buena salud y capacidad física en tiempos normales y no tienen conciencia sobre cómo mantenerse saludables y la protección de medios vida. De igual manera, 16.17% sostiene que La mayoría de los miembros de la comunidad mantienen una buena salud y capacidad física en tiempos normales y tienen algo de conciencia sobre cómo mantenerse saludables y las medidas de protección de la vida.

Figura 7.

¿Utiliza la comunidad práctica de medios de vida resistentes a amenazas para seguridad alimentaria?

Finalmente, se abordó el aspecto relacionado con acceso a sistemas de protección social para apoyar la reducción del riesgo directamente, a través de actividades de RRD, o indirectamente, a través de actividades de desarrollo socioeconómico que reduzcan la vulnerabilidad.

 En ese sentido en la figura 8, describe que el 36.67% sostiene que la comunidad cuenta con limitado (inconsistente) acceso a esquemas formales de protección social que solamente apoyan la reducción de riesgo de forma indirecta. En la misma vía, el 23.33% señala que la cohesión social dentro de la comunidad provee arreglos de protección social informal para apoyar la reducción de riesgo a pequeña escala, pero no existe acceso a mecanismos formales.

Figura 8

¿Tiene la comunidad acceso a sistemas de protección social para apoyar la reducción del riesgo directamente, a través de actividades de RRD, o indirectamente, a través de actividades de desarrollo socioeconómico que reduzcan la vulnerabilidad?

Evaluación de los expertos

Posteriormente se pasó a recopilar la información empírica de los 27 sujetos seleccionados como expertos, donde se garantizó que el 100% de ellos fueron evaluados con una calificación alta.

De los expertos seleccionados el 39.13% obtuvo la calificación de 1,0 en el valor de K; el 43.48% obtuvo 0,9; y el 17.39% obtuvo 0,8, demostrándose así el grado de experticia de los expertos seleccionados Figura 9.

Figura 9

Valores de K asignados por los expertos seleccionados

Se valoró además en la selección de los expertos la categoría docente, donde el 87% tienen categorías Doctor y el 13% de ellos tienen la especialidad de master, en la figura 10, se muestra que 87% de los expertos seleccionados son profesores titulares en la universidad que ejercen su práctica académica y 13% son auxiliares.

Considerando lo antes expuesto, se procedió a seleccionar a los expertos que cumplían con los requisitos para llevar a cabo la evaluación, definiendo 24 expertos que llenaron la herramienta.

Es significativo mencionar que los expertos seleccionados en su mayoría proceden de diferentes Universidades de Cuba, seguido de universidades de México, Honduras, El Salvador y Perú. Además, se clarifica el país de procedencia de los expertos generando una predominancia de la nacionalidad cubana tal como se observa en la figura 11.

Figura 10

Categoría científica de los expertos seleccionados

 Figura 11

País de procedencia de los expertos seleccionados

De manera general, los expertos expresan que el sistema de capacitación de gestión integral de riesgo de desastres (SCGIRD), es imprescindible para el desarrollo de la GIRD en la zona norte del volcán San Vicente, en esa misma vía plantea que es factible su implementación y que permitirá una mejor atención de la zona en cuanto a las condiciones de vulnerabilidad existentes. Además, de considerarlo de alta importancia para la preparación y futuro desempeño de los actores principales de la GIRD (Figura 12).

Figura 12

Evaluación de expertos en cuanto a los indicadores para el Sistema de Capacitación de Gestión de Riesgo de Desastres (SCGIRD).

El sistema de capacitación en gestión integral de riesgos de desastres

El sistema de capacitación propuesto tiene una estructura particular, porque será concebido desde y para la comunidad en función de sus intereses, necesidades y particularidades en la gestión de riesgos de desastres. El sistema estará compuesto básicamente por:

  • Objetivo
  • Premisas
  • Principios
  • Ejes fundamentales
  • Características

Los cuales se derivan de la revisión documental, su análisis detallado y profundo, de las aproximaciones empíricas asociadas a los resultados del diagnóstico, la observación, intercambios grupales con actores sociales de las comunidades vulnerables, así como la intuición y experiencia del autor en la temática. A continuación, se procede a explicar en detalle cada uno de ellos.

El objetivo general del SCGIRD es proponer un sistema de capacitación para desarrollar capacidades en los actores locales del departamento San Vicente, en cuanto a la Gestión Integral de Riesgos de Desastres.

El SCGIRD que se propone se sustenta en las siguientes premisas:

  • Existe voluntad de los actores gubernamentales locales de la gestión integral de riesgo de desastre (GIRD), de involucrarse en la mejora de los procesos de gestión de riesgo de la zona norte del volcán San Vicente, El Salvador
  • Se muestra la disposición y motivación de las autoridades de la Universidad para incluir la propuesta de capacitación en las zonas vulnerables a partir de las necesidades y particularidades de las comunidades.
  • Se evidencia el reconocimiento e importancia de la preparación de las comunidades en la gestión de riesgos, así como a los actores gubernamentales.

Además, los principios, según García, M. (2013); García, et al (2016); García, et al. (2019); el punto de partida, en la regla fundamental que guía la conducta, el fundamento de un sistema, el concepto central que constituye la generalización y extensión de una proposición a todos los fenómenos de la esfera de la que se han abstraído y también como las máximas particularidades por las que cada cual se rige en sus operaciones.

Los principios a considerar son los siguientes:

  • Visión estratégica e integral: se proyectó hacia el futuro, es decir, se sustenta en lo que se quiere lograr, a dónde se desea ir y en dónde se aspira estar, proyectando una visión de futuro en función de los cambios contextuales del entorno; además se concibe integrador porque se tiene en cuenta a todos los actores sociales de las comunidades para el mejoramiento de la GIRD del proceso de formación integral y optimización de los procesos.
  • Necesidades locales: desde el punto de vista social y organizacional de elevar la calidad de la preparación de los actores locales de la GIRD y su perfeccionamiento continuo.
  • Carácter sistémico: tiene carácter sistémico porque se percibe al conjunto de elementos interrelacionados, con una cierta cohesión y unidad de propósito. El fenómeno estudiado es un sistema integrado donde si se altera un elemento, se alteran los demás y se diseñan en función de la demanda real de las comunidades vulnerables. Se estructura y representa como un SCGIRD, sus componentes esenciales están basados en la experiencia que se genera en el contexto donde se implementan y pueden existir otros componentes de orden secundarios que funcionan como complemento pero sus componentes principales son los siguientes: medios de vida, centralizado en el riesgo, persuasión, comunicación interpersonal, trabajo en equipo, integrador de los actores, solución de problemas, enfoque legal, enfoque ambiental, gestión de la información, enfoque de resiliencia, respecto a la multiculturalidad, compromiso social, calidad y equidad, flexibilidad y gestión de recursos.
  • Carácter contextualizado: determinado por la actuación de la GIRD en un marco acorde con las necesidades de las comunidades e instituciones que conocen las demandas del contexto, la esencia de los problemas y las capacidades de los grupos comunitarios. El SCGIRD se debe preparar para conducirse de manera eficaz y eficiente en contextos diversos y cambiantes (cultural, educativo, ambiental, social, económico y político, entre otros), coexistiendo una interacción, que permite establecerse sobre él y modificarlo, y a su vez el ámbito donde se implementa forma situaciones que impulsan la actuación creativa.
  • El liderazgo como eje fundamental: se refiere a promover la motivación y el compromiso, generando herramientas para el desarrollo de habilidades fundamentales en la toma de decisiones en el nivel local, de manera tal que garantice una formación contenida en el SCGIRD. Principalmente, es importante fomentar habilidades en la toma decisiones, y como acciones fundamentales: reflexión, acción, reflexión: planificar, gestionar, re-planificar, según las demandas de cada situación generada por el contexto de los riesgos y desastres que se presentan en la zona de implementación.
  • La capacitación en la GIRD como impulsora de la organización para el desarrollo: para preparar a la comunidad es necesario identificar los conocimientos de la comunidad y aportes de otras disciplinas sociales como la antropología, sociología, psicología entre otras, se hace necesario un diálogo de saberes disciplinares y populares, para abordar de forma integral estos complejos fenómenos, considerándolos tanto desde los aspectos objetivos como la percepción subjetiva.

Desde los criterios de Camacho et al. (2020) es pertinente, la detección de las principales problemáticas sobre las que se debe sustentar la capacitación, la que partirá de un diagnóstico participativo, donde se identifiquen los niveles de vulnerabilidad, riesgos y peligros a que están expuestos como individuos, grupos, o comunidad, con el objetivo de apoyarlos para encausar con efectividad la preparación en este sentido.

Finalmente, es importante dejar claro, tal como lo establece Ortiz et al  (2008); El Salvador (2015); Ortiz y Sanz (2016) y Dirección General de Protección Civil (DGPC), que por ejes fundamentales se entienden, los niveles de organización que parten de lo general a lo particular y corresponden al grupo de componentes del GIRD. Además, incluyen a las estructuras comunitarias en concordancia directa a con las funciones y roles que, según cada caso, les atañe desempeñar en materia de gestión de riesgos.

Para el caso particular del SCGIRD, los ejes fundamentales son los que se enumeran a continuación:

  • Eje de peligrosidad,
  • Eje de vulnerabilidad,
  • Eje de resiliencia
  • Eje educativo

Asimismo, es importante señalar que existen otras componentes de la GIRD que no han sido mencionadas, pero que entre sus características distintivas se perciben como holístico, dinámico y flexible: el SCGIRD es diversificado, integral y susceptible de asumir los cambios que se formen a partir de su contextualización, dando como resultado una propuesta flexible que puede ser aplicado en diferentes contextos, llevando a cabo un ajuste que facilite su adaptación a diferentes dinámicas educativas y adecuando aspectos necesarios sin perder la esencia de su estructura.

Considerando los aspectos descritos en los párrafos antes planteados, se propone el siguiente sistema de capacitación:

En el sistema de capacitación de la Gestión Integral de Riesgo de Desastres (SCGIRD) (figura13), se develan relaciones internas que están contenidas en el establecimiento de la dinámica de la integralidad del desempeño de los actores locales de la GIRD y que permiten determinar el carácter concreto del SCGIRD.

En el análisis para el desempeño, se expresa la relación de carácter determinante de los requerimientos político sociales, donde lo contextual no es una simple condición que favorece o entorpece el desempeño de las comisiones comunitarias, municipales y departamentales de la GIRD, sino una parte intrínseca del proceso, que define su esencia y lo orienta a su desarrollo; imprime la aplicación de los resultados socio comunitarios, las características distintivas de estas comunidades y zonas vulnerables, para que la orientación tenga un carácter científico, contextual, participativo y cercana a las realidades.

En la relación político social para el desempeño-desarrollo del SCGIRD, dado su carácter determinante se imprime la determinación de problemas reales contextuales y el alcance de resultados esperados por la sociedad. Así mismo el desarrollo de la SCGIRD promueve la flexibilidad de dicha orientación.

Figura 13

El desempeño, en su relación con el desarrollo del SCGIRD, toma el valor de sus componentes estructurales, identificándose con la idea de que la actividad se ejecuta con el apoyo de la comunidad, sus actores sociales y la vinculación con los grupos gestores, comisiones municipales y el apoyo de los especialistas de la universidad.

Del análisis de las relaciones internas presentadas en el sistema, se manifiesta como cualidades: la integralidad y la participación.

La integralidad del desempeño de los actores principales de la GIRD de la zona norte del volcán San Vicente, es el proceso y resultado de la realización del sistema de acciones de la actividad conjunta de la academia, observadores locales, la Comisión Comunitaria de Protección Civil, Comisión Municipal de Protección Civil y Comisión Departamental de Protección Civil, que permiten a la GIRD desarrollarse de manera coordinada, mediante relaciones de carácter social, tecnológicas y didácticas. Finalmente, luego de considerar los planteamientos de la propuesta de sistema de capacitación de la gestión integral de riesgo de desastres (SCGIRD).

La participación comunitaria, para el rescate de saberes, el proceso de reflexión colectiva y la propuesta de alternativas de solución, apoyando la gestión integral de riesgos en estas comunidades.

En sentido práctico, es con la participación consciente de cada actor social de las comunidades, en la orientación y realización de este proceso como podrá materializase la propuesta y donde se podrá generar una reflexión paralela acerca de los medios necesarios para avanzar hacia el desarrollo.

Reflexiones

En cuanto al sistema de capacitación en gestión integral de riesgos de desastres diseñado   para los actores locales del municipio San Vicente, se estructura en fundamentos generales, objetivo, principios, premisas, ejes fundamentales, características, cualidades y aspectos esenciales y responde a las demandas, condiciones y necesidades del contexto comunitario para las que se diseñó,

Asimismo, el sistema de capacitación para los actores locales del departamento San Vicente en gestión integral de riesgos de desastres diseñado, se validó por expertos internacionales con resultados satisfactorios y se realizó la implementación parcial en un periodo de siete años, mostrando la validez, confiabilidad y satisfacción con los resultados alcanzados; además se develaron un grupo de impactos favorables por su diseño y puesta en práctica.

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* Edgar Antonio Marinero Orantes: Dr. C.  e investigador en el Centro de Investigación Ambiental de la Facultad Multidisciplinaria Paracentral, Universidad de El Salvador, El Salvador. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3327-4553  RESEARCHGATE: https://www.researchgate.net/profile/Edgar-Marinero-Orantes

GOOGLE SCHOLAR: https://scholar.google.com/citations?hl=es&user=69-LLIQAAAAJ

ACADEMIA.EDU: https://ues.academia.edu/EdgarAntonioMarineroOrantes

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