Cuba durante la Segunda Guerra Mundial

Sergio Guerra Vilaboy*

Resumen/ Abstract VER

El estallido de la Segunda Guerra Mundial produjo el alineamiento de la mayoría de los gobiernos de América Latina y el Caribe con el de Estados Unidos, en particular desde el momento en que este país se involucró en la conflagración, tras el ataque japonés a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941.[1] Hasta entonces las naciones del sistema panamericano se consideraban neutrales y habían acordado en la reunión de Panamá, efectuada en septiembre-octubre de 1939, la creación de una hipotética zona de seguridad de trescientas millas, dentro de la cual reclamaba que los países beligerantes se abstuvieran de actos de guerra.

En realidad, el continente americano no fue escenario de los grandes enfrentamientos bélicos que caracterizaron la contienda mundial. La única excepción fue el aparatoso combate naval entre ingleses y alemanes, el 13 de diciembre de 1939, que arrojó el hundimiento del pequeño acorazado alemán Graff Spee en la desembocadura del Río de la Plata por los cruceros británicos Ajax, Achilles y Exeter.

El país que desafió por más tiempo la política norteamericana en relación a la Segunda Guerra Mundial fue Argentina, donde un grupo de militares de derecha, simpatizantes de la Alemania nazi, se hizo del poder en junio de 1943, adoptó una serie de medidas autoritarias y ratificó su neutralidad en el conflicto. En represalia, Estados Unidos accionó los mecanismos de presión diplomática e incluso una escuadra de guerra de Estados Unidos bloqueó el puerto de Buenos Aires en enero de 1944, hasta obligar a la junta militar a romper con el Eje Roma-Berlín-Tokio y convocar a elecciones.

Hacia 1945 todos los países de América Latina y el Caribe habían declarado la guerra a las potencias fascistas, aunque sólo México y, sobre todo, Brasil participaron de manera significativa en la conflagración internacional. El gigante sudamericano declaró la guerra al Eje el 21 de agosto de 1942, después de que submarinos nazis -en sólo cinco días- hundieron varios indefensos mercantes brasileños con más de seiscientas personas a bordo. Las propiedades alemanas -tal como había sucedido durante la Primera Guerra Mundial- fueron confiscadas y se constituyó en 1943 la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB). A fines del año, Brasil desembarcó a los 25 mil integrantes de su ejército en el frente italiano, donde brindaron una destacada contribución a la lucha antifascista.

La Segunda Guerra Mundial dio gran impulso a la economía latinoamericana y caribeña, valorizando sus exportaciones y permitiendo la creación de cuantiosas reservas en oro y divisas, a pesar de que la mayoría de los gobiernos de la región aceptaron su papel de simple retaguardia, proporcionando, como cooperación a sus aliados, materias primas y alimentos a bajos precios con la promesa de un trato preferente en el futuro. Además, entregaron a Estados Unidos territorios propios para el establecimiento de numerosas bases militares mientras siguiera el conflicto militar, en consonancia con lo acordado en la conferencia panamericana celebrada en Rio de Janeiro del 15 al 29 de enero de 1942.