La Revolución Mexicana en Yucatán, Salvador Alvarado. Felipe Carrillo Puerto.

Analiza el papel de la mujer y propone “en nuestro medio, es artículo de lujo, se compra con el matrimonio…la mujer es débil porque así la enseñamos porque es alimentada con falsos pendones, y deleznables prejuicios…,no se les prepara, se casan por tener quien las apoye, o viudas que aún con las lagrimas por la muerte de su marido, tienen que ir al prostíbulo o al asilo porque no saben que es la vida, y tienen miedo de vivir; lo ignoran todo y sus temores hacen horizontes. Hay que enseñarles a vivir, a elegir, a pensar, a gobernarse a sí mismas. En nuestro país, la mujer de cualquier categoría, es mas esclava que el obrero”.

Su posición ante los educadores: “sabed que quiero ser el mecenas de los maestros, el amigo leal y cariñoso, siempre que cada quien sepa cumplir con su deber; el juez viene ya, en la posteridad; que no se eche la culpa a Uds. de que haya mañana otra revolución incubada en la explotación que se haga a un pueblo ignorante. En el entendido que los maestros representan la esperanza del pueblo, sus justas aspiraciones, sus demandas, este mensaje confirmaba el compromiso de los maestros con la revolución, el maestro combatiente, líder comunitario, comprometido con el pueblo, nunca obrando a sus espaldas.

Dentro del los resolutivos del congreso se estableció que: anualmente el ejecutivo convocará a un congreso pedagógico, planteando que la educación que se brindará  al niño, suscitará la formación del espíritu republicano y liberal en la escuela, así como inculcar al niño, el puente de la libertad de los pueblos que se llama revolución, en el más alto, amplio e insigne sentido de la palabra, a la manera como lo fueron los libertadores de nuestra patria.

El educador Cubano D. Rodolfo Menéndez de la Peña disertó sobre el Método Pedagógico

Reconoce que: “es el camino más fácil y corto, el más seguro” y se reduce a dos, la Inducción y la Deducción. Donde de casos particulares pasamos a consecuencias generales, de lo compuesto a lo simple, “de la percepción de los hechos a la intuición de las ideas”, y de las manifestaciones o fenómenos de la naturaleza, a las leyes que obedecen, o sea de los efectos a las causas. Donde “la deducción, parte de lo simple a lo compuesto; de los abstracto y general a lo concreto y particular; de los principios a las conclusiones; de las causas a los efectos; de las reglas a los ejemplos; de las leyes a los fenómenos; de las axiomas y definiciones, a las pruebas y demostraciones”[2].  D. Rodolfo planteó la vieja didáctica “desconoce la psicología del niño, comenzaba el aprendizaje de las ciencias por generalidades, definiciones, abstracciones y fórmulas completamente fuera del alcance de las infantiles inteligencias, y para retener el cúmulo de principios doctrinales y aún de dogmas y teorías difíciles de comprender, se valía del verbo citatismo o sea de la fonográfica memoria”. El niño requiere pensar, analizar, diferenciar, comparar, relacionar y descomponer al mismo tiempo que componga, busque analogías y semejanzas, abstraiga y generalice, compruebe, y sintetice. La labor del maestro no debe ser tortuosa, mecánica, desde la enseñanza de las letras, con el deletreo o silabeo, y la lectura de corrido, y las lecciones de memoria, a través de libros áridos, hechos para sabios, enigmáticos para nuestros niños. A estas estrategias el ilustre maestro Enrique Rébsamen (1857-1904) lo denominó con acierto y gracia como el método “Machaca”. Criticó la presunción de los maestros de otros niveles, llenos de “erudición inconsciente”. En época reciente las universidades usaron y abusaron de los exámenes orales escolásticos, por eso los alumnos pronto olvidaban lo ilusoriamente aprendido.

Felipe Carrillo Puerto. “No abandonéis a mis indios”

Felipe Carrillo Puerto nace un 8 de noviembre de 1874 en la ciudad de Motul, en el corazón de la zona henequenera. Fue vaquero, conductor de trenes, comerciante y como periodista funda el Heraldo de Motul. Logra acercarse a lecturas anarquistas de Proudhon, Kropotkine, Bakunin, lee a  Marx. Le tocan tiempos de cambio político, en una época apoyó al grupo de Delio Moreno Cantón que representaba uno de los bandos porfiristas en pugna. Combate al lado de Emiliano Zapata en Morelos en 1915, donde ostenta el grado de coronel de caballería y forma parte de la comisión agraria de Cuautla acentuando su fe en la lucha por más marginados, campesinos, obreros, proletarios, por ello retoma el lema del Plan de Ayala “Tierra y Libertad”.

Este escenario de enorme desigualdad es conocido a profundidad por Carrillo Puerto, de miseria, hambre, desnutrición y en grado superlativo la ignorancia. Comprende que como medio para redignificar a los Mayas y hacerlos libres es emprender la obra educativa, reconoce “el indio es un hombre triste, pero la tristeza del indio no es sino nostalgia. Vive el indio nostálgico de su pasado”. En aquella época la mayoría de la población era analfabeta al grado de considerarlos estúpidos por ese hecho,  resultaba la manera más fácil de justificar el abandono en que se les tenía.

Carrillo Puerto se identifica con el Zapatismo, a pesar de las diferencias con Alvarado, trabajan unidos por la misma causa. Para mayo de 1917 es presidente del Partido Socialista. Al triunfo de Carlos Castro Morales como gobernador, resulta electo diputado estatal en la primera legislatura revolucionaria, de donde saldrían tres gobernadores. Organiza el primer Congreso Obrero de Yucatán en 1918; el Partido Socialista del Sureste alcanzo a tener entre 60,000 a 70,000 afiliados. En 1919 se implementa un golpe militar conocido como Zamarripazo, reprimiendo a los miembros del Partido Socialista del Sureste, ante la situación caótica Carrillo Puerto abandona el estado, se une a las fuerzas de Calles combatiendo en Zacatecas. En 1920 retorna al estado, en elecciones de ese año es nombrado diputado federal. Para 1921 obtiene el cargo de gobernador para el período 1922-1926. Toma posesión el 1º de febrero de 1922 del primer gobierno socialista de Yucatán, ese día pronuncia su famoso discurso en lengua maya en el balcón central del Palacio del Ejecutivo.

De su obra revolucionaria podemos citar:

Establece los jueves agrarios, promueve la restitución de tierras y realiza visitas a los poblados para orientar a los campesinos. Construye carreteras. Traduce la Constitución Política de la República al maya, crea el Museo Histórico y arqueológico, emprende campaña de alfabetización desde el Partido Socialista del Sureste. Establece los lunes culturales o lunes rojos. Instala la escuela de artes y oficios. Estableció escuelas nocturnas para adultos, la de Bellas Artes. Funda la academia de la lengua maya. Organiza congresos feministas, emprende campañas de planificación familiar, y las mujeres yucatecas obtienen cargos de elección popular por vez primera en la historia del país. El 6 febrero de 1922 decreta la ley de Educación Racional[3]. Ante el ataque de los grupos conservadores publica una circular, explicando las razones de la ley “la educación racional debe descansar sobre el trabajo y en la comunidad del trabajo […] Sabiendo el gobierno que todas las transformaciones que no apoyan su ideología en la educación son inestables, se permite encarecer a los maestros que abracen los principios económicos socialistas y los inculquen”. A través de la educación buscaba redignificar el trabajo de los explotados, evitar que doble la espalda al yugo que oprime; por tanto había que liquidar los sistemas pedagógicos al servicio de los sectores dominantes, creando en el indígena maya una nueva conciencia.