Conversaciones con el director argentino
Carolina Crisorio
Cuando Daniel Barenboim está en la Argentina estudiantes, profesionales de la música y público en general tienen oportunidad de disfrutarlo en sus variadas facetas. En su charla pública en el Teatro Colón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde ha interpretado El clave bien temperado de Johan Sebastian Bach, se le preguntó sobre su visión del mundo y acerca de su experiencia como intérprete.
Asimismo, aunque reconoció el derecho de los sobrevivientes de las persecuciones nazis de no aceptar escuchar la música del régimen, reivindicó el hecho de haber incluido a Richard Wagner puesto que considera que en la actualidad las circunstancias son otras.
En su visita a Buenos Aires en 2003 cuando interpretó las 32 sonatas de Ludwig van Beethoven en el Teatro Colón declaró que: “Los dos países de los que me siento más cerca afectivamente son la Argentina e Israel. En un caso se trata de mi infancia, mi primera formación, mis primeros recuerdos, y en el otro de mi juventud. Y ambos se encuentran en terribles problemas. Si se tratara de tocar en cualquier otro país que estuviera en la situación de la Argentina, seguramente no tendría el mismo entusiasmo. Y en este caso estoy ansioso por ver con mis propios ojos y dar algo, en alguna forma, a quienes están allí”. (1)
Su postura como de “activista de la paz” en una de la regiones más candentes del mundo contemporáneo pone en cuestión las salidas mesiánicas de algunas voces solitarias que piden utilizar de manera activa y no disuasoria el poder nuclear para erradicar el fundamentalismo islámico. Barenboim se inclina por la construcción de puentes “con el otro” y rinde homenaje a su extinto amigo el intelectual palestino Edward Said. Ambos promovieron la fundación de la Orquesta Árabe-Israelí que visitará Buenos Aires en el 2005. Por ello, en octubre de 2002 recibieron el Premio a la Concordia «Príncipe de Asturias» en la ciudad de Oviedo, España.
En esta oportunidad su presencia en Buenos Aires fue homenajeada con una distinción del Centro Islámico. “—¿Usted se definiría como pacifista?” le preguntó un periodista de un diario porteño.“—No. El pacifismo es un término muy pasivo. Yo creo que en todos los momentos difíciles hay un segundo en el que se debe tomar el tiempo de reflexionar críticamente y de hacer algo. O se lo toma o se lo pierde. Lo que más miedo me da de todo el conflicto en Oriente Medio es la falta de reflexión que inmediatamente lleva a la ignorancia, porque la mente va más lento que los hechos. Y uno que piensa así no puede ser considerado pacifista. Más bien me definiría como activista. Activista pacífico, si usted quiere.” (2)
Quizás sea por eso que, según versiones periodísticas, el Canciller Rafael Bielsa se habría reunido con Barenboim en New York y habrían barajado la idea de realizar un taller con la asistencia de músicos argentinos, británicos e isleños (kelpers) para favorecer un acercamiento en el plano cultural. 3 Esperemos que sean algo más que “versiones”.
NOTAS
1. La travesía entrevista de Daniel Fisherman Página 12 digital.2003.
2. Entrevista a Daniel Barenboim de Federico Monjeau. Clarín Digital. 21 de agosto de 2004.
3. Nueva etapa: viaje del Canciller a Estados Unidos. Barenboim quiere una orquesta de ingleses, argentinos y kelpers. Clarín Digital. 16 de junio de 2003.
Buenos Aires. 2003
Ariadna Tucma Revista Latinoamericana. Nº 1 a 4. 2006-2009
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