Verdad y justicia: un camino difícil

La guerra civil española

Carmen García Rodeja Arribí

Han pasado más de setenta años desde el inicio de la Guerra Civil Española y muchas familias aún lloran a sus deudos. Es un tema que los latinoamericanos conocemos muy bien, la incertidumbre acerca del paradero de nuestros seres queridos, sus últimas horas, el destino final de sus restos. Un sector dinámico de la sociedad ibérica no ha bajado los brazos y reclama conocer la verdad.

Miles de vidas arrebatadas antes de tiempo buscan hacer escuchar sus voces una vez más, con el fin de acallar los reclamos de justicia de los que heredaron el dolor de los testigos, mitigando la angustia del no saber.

En ese contexto se ha creado la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, red que vincula distintas organizaciones de derechos humanos que han surgido en España para contener estas demandas de verdad y justicia que no dejan aparte la responsabilidad que Alemania e Italia tuvieron durante este conflicto que algunos historiadores consideran el primer capítulo de la Segunda Guerra Mundial. La tarea no es sencilla pues una parte de la sociedad española se resiste a ser investigada y a rendir cuentas pero quienes promueven este movimiento sostienen que no habrá reconciliación si no hay verdad y justicia.

¿Cómo se han organizado? Tomando la experiencia de familiares de detenidos y/o desaparecidos de distintos países latinoamericanos han abierto bases de datos a los que se puede acceder a través de Internet ofreciendo y recopilando información. También han desarrollado importantes tareas de recuperación de los restos de los fusilados – combatientes o no – del período de la Guerra Civil, y de la era franquista con equipos en los que participan tanto historiadores como antropólogos forenses que han sabido aprovechar la experiencia de otros países como el caso argentino.

 

Diez Acciones

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha lanzado sus Diez acciones que en cualquier momento puedes hacer por la recuperación de la Memoria Histórica que pueden leerse en su sitio http://www.memoriahistorica.org

Entre ellas propone:

  • “Escribir a la Comisión Interministerial para las Victimas de la guerra civil y la dictadura franquista, para protestar por la ley que prepara el Gobierno y exigir que la ley que se apruebe en el parlamento haga realmente justicia a las víctimas de la dictadura; que sean reconocidas por el

Gobierno, que el Estado garantice las exhumaciones de las fosas comunes y la búsqueda e identificación de los desaparecidos, que sea regulada en el Código Penal la apología del franquismo, que en los colegios se estudie a fondo la II República, la guerra civil y la dictadura franquista, que en el Valle de los Caídos se instale una exposición permanente que explique quiénes lo hicieron, cómo y por qué fueron obligados a construirlo, que en todos los edificios públicos se instale una placa con los nombres de aquellas personas que fueron «depuradas» por la dictadura, que se señalicen las obras públicas y privadas llevadas a cabo por presos políticos y que se anulen los sumarios instruidos por tribunales que eran ilegales.

Para eso puedes escribir a:

secretaria.vicepresidenta@mpr.es
gabinete@presidencia.gob.es


  • Grabar el testimonio de un superviviente de la guerra civil o de la represión franquista o escribirlo, para que se conserven sus vivencias y puedan ser material para estudiantes, investigadores, familiares y personas interesadas. Y si lo haces, te agradeceríamos que nos remitieras una copia.

Puedes encontrar un manual para grabar las entrevistas pinchando aquí: http://www.memoriahistorica.org

  • Escribir un correo electrónico a las embajadas de Alemania e Italia para exigirles una reparación simbólica por haber ayudado al dictador Francisco Franco a ganar la guerra civil y a secuestrar durante cuarenta años la democracia de nuestro país. Y en concreto al embajador alemán por los miles de españoles que fueron deportados, retenidos y murieron asesinados en los campos de concentración nazis:

Escribir a la atención del Embajador alemán: Dr. Wolf-Ruthart Born al correo electrónico:

pr-1@madri.auswaertiges-amt.de

Escribir a la atención del embajador italiano: Amadeo de Franchis

archivio@ambitaliamadrid.org

 

Se trata de exigir esa reparación por acciones como el bombardeo alemán de miles de civiles en la carretera de Málaga a Almería:

 

Puedes ver la web: www.malaga1937.es

  • Reunir un grupo de gente para verlos o programar el ciclo de documentales que se han agrupado en el colectivo Imágenes contra el Olvido y que puedes conseguir a través de la web:

www.imagenescontraelolvido.com

  • Inscribirte o colaborar con una asociación para la recuperación de la memoria histórica.
  • Hacerte una camiseta en la que diga «Nunca más un 18 de julio» o algo parecido y llevarla para denunciar en espacios públicos el golpe de Estado franquista que causó la guerra civil.
  • Visita y si puedes aporta información en la web de Todos los nombres que está tratando de realizar un censo de todos los hombres y mujeres que fueron víctimas de la represión franquista:


Poema

Aquí transcribimos el homenaje que Ana María Valencia Herrera escribió en honor de sus abuelos maternos, fusilados en Marchena y su abuelo exiliado.

 

Todos los nombres

He cavado la fosa
de mis muertos en el aire,
donde sus huesos ligeros
se mezclan con las ramas
más altas de los árboles,
y mansamente los luceros
les brindan sus luces blancas.

He cavado su tumba breve
entre las nubes, cielo adentro
en el lugar preciso, donde
cada día un dulce viento
dice al fin todos los nombres.

Ana María Valencia Herrera
Cieza, 2004

www.todoslosnombres.org

 

Una publicación oficial recoge testimonio de los sobrevivientes

 

Los historiadores Benito Bermejo y Sandra Checa autores de “Libro memorial. Españoles deportados a los campos nazis (1940-1945)” publicado por el Ministerio de Cultura del Reino de España en julio de 2006.

 

“Salvo las 23 páginas de introducción, el volumen carece de prosa. Es parco en palabras. No tiene adjetivos. No los precisa. No hay descripciones de personajes, relato de hechos, detalle de lugares. A lo largo de sus páginas no aparece el sol, no llueve ni estallan tormentas. No hay paisaje para el dolor. Hay una geografía, sí, discreta y útil, que sirve para ordenar a los deportados por sus localidades de origen. Sirva un ejemplo: Madridejos, pueblo de Castilla-La Mancha: siete jóvenes de esa localidad fueron deportados al campo de Mauthausen entre 1940 y 1941, y los siete fallecieron en el campo vecino de Gusen en distintas fechas del invierno de 1941.” sostiene el cronista del diario El país. 1

 

En el libro se entrevistaron cerca de 60 sobrevivientes de los más de 9.000 españoles retenidos en diferentes campos de concentración como Buhenwald el primer campo de detenidos de militantes políticos contrarios al régimen nazi y o de otras partes de Europa, tal el caso de los miembros de las Brigadas Internacionales y de los milicianos que lucharon a favor de la República. Estos huyeron hacia Francia o al norte de África, y no siempre pudieron encontrar refugio y sobrevivir y terminaron en campos de concentración y/o exterminio como Mauthausen, Ravensbrück,

 

Por fortuna, muchos emigrados llegaron al continente americano. México y Chile ofrecieron oficialmente su ayuda. Gobiernos dictatoriales, como el argentino, en cambio, buscaron frenar la llegada de estos emigrados. Sin embargo, la acción de la colectividad hispana, diversa en cuanto a su lugar de origen – gallegos, vascos, catalanes, etc. – y en su compromiso político, sumado a la acción de los partidos y grupos políticos de izquierda, permitieron en ingreso al país de muchos emigrados, entre ellos prestigiosos intelectuales, poetas, escritores, artistas plásticos, médicos y científicos contrarrestando la política restrictiva del gobierno y enriqueciendo la vida cultural rioplatense.

 

Los historiadores Bermejo y Checa reconocen que:

 

“Muchos, al conocer nuestro trabajo para el Libro memorial, han dado por supuesto que recopilar los datos de casi nueve mil españoles deportados a los campos nazis es una tarea tediosa y fría. En realidad, esa investigación no podía haber sido más apasionante. Nunca nos hemos sentido solos; nos han arropado muchas personas implicadas en ese proyecto, nuestros auténticos cómplices, entre quienes están muchos familiares de ex deportados y algunos de los supervivientes todavía en vida, con los cuales hemos compartido tantas emociones. Si hay algo triste, ha sido ver cómo muchos de éstos nos iban dejando para siempre.”2

 

Ariadna Tucma Revista Latinoamericana. Vol. 1 a 4. 2006-2009

 

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