Guanajuato, México.*
Felipe Macías Gloria, Patricia Campos Rodríguez y Davison Mazabel***
Resumen: La educación pública tiene reservado un papel fundamental en America Latina en todos sus niveles. En México el papel de la Universidad pública es fundamental para vincular la agricultura ancestral y las tareas de investigacion de las diversas disciplinas ligadas a actividades tan diversas como la alimentacion, y otras actividades sociales básicas como también las artísticas. El concepto público es el referente donde se construyen las identidades, los sueños, los proyectos y la pertenencia ya sea de una cultura, o bien, de una cultura plural como es el caso de México.
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Una de las tareas sustantivas de la educación pública superior son las relativas a la extensión que comprende la colaboración y participación tanto de académicos como de alumnos con los diferentes sectores de la sociedad con el propósito de contribuir con propuestas de trabajo para resolver los problemas que los grupos sociales enfrentan en el vivir cotidiano. Las otras tareas de la universidad pública, ejes de su razón de ser son la educación y la investigación. La primera de ellas requiere reforzar e invertir más en el desarrollo académico, es decir, abrir mayores espacios para que la población tenga las oportunidades de acceso a ella, haga suyos los conocimientos y les permita contar con una formación integral para desenvolverse en las diferentes actividades: productivas (1) y culturales.
El papel de la universidad pública en países como México, requiere establecer mayores vínculos de colaboración tanto a nivel social como con el aparato productivo interno, incluyendo al de autosuficiencia, pues este último, es base y soporte para el desarrollo la agricultura ancestral, ya que cuenta por un lado, un saber milenario. Por el otro, sigue sustentado la alimentación de la población mexicana. Al mismo tiempo, la educación pública permite activar las tareas de investigación en las diferentes disciplinas, incluyendo las humanidades, las sociales y las artes, ya que ellas también son básicas para que los actores sociales encuentren un desarrollo que dignifique a sus personas.
Hay que recordar que el término público hace referencia tanto al aspecto material o físico del patrimonio tangible como al intangible, es decir, lo espiritual. Lo cierto es que el concepto público es el referente donde se construyen las identidades, los sueños, los proyectos y la pertenencia ya sea de una cultura, o bien, de una cultura plural como es el caso de México. Por tanto, la universidad pública es el lugar donde no sólo tiene el deber de garantizar o respaldar sino también es el lugar donde se deben construir las libertades, la democracia participativa y la equidad.
Al respeto, existen esfuerzos de colaboración y participación por las universidades públicas de México con la sociedad, sin embargo, hay que reconocer que unas sobresalen por su trayectoria en dichas tareas como la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Metropolitana, el Instituto Nacional Politécnico, la Universidad de Guadalajara¸ la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” del INAH de la ciudad de México o la Universidad Autónoma de Chapingo entre otras. Esta última, por sus programas educativos, ha tenido un mayor acercamiento con los grupos sociales del medio rural a lo largo y ancho del país. Por lo que corresponde al Programa La Universidad de Guanajuato en tu comunidad, también se ha sumado a este esfuerzo desde los sentires de los actores sociales, el acercamiento, como se explicara líneas abajo, se dio por las preocupaciones que ellos tienen sobre las circunstancias en que se encuentra su patrimonio cultural, el patrimonio natural, la carencia de oportunidades para su formación y la falta de empleo. Hay que precisar que las acciones realizadas por el Programa hasta la fecha, no hubieran sido posible sin los recursos otorgados por las autoridades del Campus Guanajuato, pero sobre todo por la sensibilidad de algunos funcionarios (2) de las dependencias gubernamentales a los que se ha acudido con los proyectos, independiente de su obligación, han hecho posible que parte de los sueños de los campesinos involucrados como de los académicos del programa se vayan concretando.
Entre las instituciones públicas se encuentran la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del gobierno de Guanajuato, la Delegación Federal en Guanajuato de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el Concyteg y los H. Ayuntamientos en donde se han llevado a cabo los proyectos. En el mismo sentido se reconoce el apoyo de colegas (3) y alumnos del Campus Guanajuato, así como colegas y los alumnos de otras instituciones de educación superior como son el caso de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” del INAH de la ciudad de México que también se han sumado al proyecto; al Museo Wellcome Trust de Londres (Inglaterra) por el apoyo al programa de salud comunitaria, así como la asistencia de las organizaciones no gubernamentales como CEDESA y Plamac. En el mismo sentido, a las personas de las comunidades por su generosidad que no sólo comparte su conocimiento sino también por la oportunidad de construir al lado de ellos ilusiones y esperanzas para alcanzar la equidad.
En consecuencia, la universidad pública es por un lado, un bien social que pertenece a todos los actores sociales, ya que es el sitio donde convergen los conocimientos que proporcionan una parte de las respuestas a las necesidades que aquejan a la sociedad. Del otro lado, el lugar para potenciar el desarrollo humano (4) que incluya la noción de sostenible en el tejido social, sobre todo para los del medio rural y suburbano para que se asuman como centro y sujeto de su propio desarrollo en armonía con el entorno. A esta dimensión se deberá integrar las nociones de libertad, solidaridad, interdependencia, justicia, igualdad, democracia participativa y equidad entre otros aspectos.
Hoy siglo XXI, no obstante, no cesan las presiones externas e internas para que se aparte la universidad pública de su vocación de servicio a la sociedad, pues los grupos que detentan el poder económico – político, persiguen por todos los medios la privatización de la enseñanza, situación que ha provocado que la responsabilidad social de las instituciones de educación superior se vayan desdibujado por la imposición de las políticas implementadas por los sistemas neoliberales, ya que éstos exigen que la educación pública se transforme en una mercancía para estar a disposición de la oferta y la demanda, pues ya no importa la calidad de vida o la equidad, ni mucho menos la justicia social, es decir, los ejes del desarrollo humano sostenible dejaron de ser una prioridad. En consecuencia, la educación universitaria pública va perdiendo legitimidad frente a la población porque la colaboración y las opciones para resolver los problemas sociales se han relegados.
Así que una tarea de la universidad pública será retomar el compromiso de establecer sistemas de acceso que den las oportunidades para que la población se pueda beneficiar con una educación que les permita dignificarse. Una alternativa será implementar programas que proporcionen una formación a través de la capacitación y la actualización para los actores sociales que no tuvieron la oportunidad de acceder a la enseñanza escolarizada.
La propuesta contribuye al desarrollo humano sostenible para atender la problemática del presente que oprime a los grupos más vulnerables de la sociedad, dar respuestas y prever el mañana no sólo con estudios que analicen los aspectos socioeconómicos, políticos y ambientales de México, sino con proyectos que den respuestas a los problemas que enfrentan en la vida diaria la población más desfavorecida.
A partir de esta inquietud, surge desde 1993 lo que poco a poco se fue perfilando como el “Programa La Universidad de Guanajuato en tu comunidad”, teniendo como ejes de trabajo, como ya se mencionó en párrafos anteriores, el patrimonio cultural (5) y el patrimonio natural (6), ya que ambos siempre se encuentran en movimiento y actúan como una unidad. Aunque hay que reconocer que los esfuerzos que el programa ha hecho en esta dirección, hasta hoy día 2012 son modestos, sin embargo han sido el camino para colaborar y sumar voluntades con los depositarios de nuestro patrimonio para atender ciertas necesidades que ellos enfrentan en tres niveles: el deterioro del patrimonio cultural y natural, los espacios para adquirir la capacitación y la falta de oportunidades para contar con un ingreso económico.
La historia del acercamiento de colaboración y participación del programa con los grupos se generó de forma recíproca, por parte de los académicos, siempre ha requerido no sólo la aceptación, el apoyo, el conocimiento, sino también de la compresión del grupo donde se trabaja para realizar la investigación. En este caso fue contar con la aprobación y permisos para poder registrar el patrimonio tangible e intangible con el que cuentan las comunidades rurales de la entidad guanajuatense. De parte de ellos, fue la preocupación de salvaguardar, rehabilitar y proteger el patrimonio que heredaron de sus mayores, más resolver las necesidades y problemáticas que enfrentan en el vivir diario.
Ante esta realidad, una forma para interactuar, colaborar y participar en forma horizontal con los actores sociales fue retomar la metodología de la “Educación Popular”, ya que en ella, inciden y contribuyen aportaciones de diferentes pensadores del continente americano como es el caso de Paul Freire (Brasil) (7), quien numera los diferentes caminos de la acción social, pues su proyecto de educación no se centra en mejorar la forma de adquirir el mayor acervo de conocimientos sino que los propios educandos se vuelvan más conscientes y busquen cambiar el mundo que les toca vivir. Al respeto, Carlos Núñez Hurtado, señala en el texto titulado, “El Pablo que yo conocí” (8), las contribuciones que ha hecho al quehacer de esta metodología, ya que la forma de trabajar, parte de una necesidad concreta del grupo con el que se colabora en el proceso de formación, donde el enfoque de trabajo se centra en una relación de ida y vuelta dialógica que se va construyendo a partir de la propia realidad de los actores sociales. El proceso debe incluir los aspectos de democracia, participación, equidad y dialogo. (9)
Carlos Núñez en otro texto titulado “La Revolución Ética”, suscribe que la preocupación por la educación
«[…] tiene como ingrediente sustantivo y esencial, justamente, el factor educativo. Lo educativo, entendido no solamente como el arte, la ciencia o el hábito de capacitar sino como la misión generosa de formar, educar, guiar, capacitar y conducir desde la vida, para la vida y para el futuro a las actuales generaciones en el contexto histórico con el fin de que les permita encontrar la coherencia, es decir, formar la conciencia que ayude a […] visualizar la relación en la forma de pensar, de ser, de sentir , de querer, de amar, de soñar (11) […] «
De tal forma que el andar del “Programa La Universidad de Guanajuato en tu comunidad” ha sido lento por dos motivos, el primero se relaciona con la propia capacitación del propio equipo de trabajo, ya que no basta con tener la parte académica, situación por la que fue necesario incursionar en las tareas de la “educación popular”, el patrimonio cultural y el patrimonio natural para adquirir conceptos, metodologías y herramientas que permitieran interactuar con los depositarios del patrimonio. El segundo motivo tiene que ver con unas series de aspectos que enfrentan los propios actores sociales que van desde la disposición de tiempos porque dependen del trabajo cotidiano para el sustento, las distancias que deben recorrer para asistir a la capacitación o las mismas limitaciones económicas que impiden tanto el acceso a la formación como contar con ingresos suficientes para el desarrollo de sus familias y de sus personas.
El acercamiento que se estableció desde el inicio fue de respeto y de entendimiento. Por tanto, las propuestas de trabajo se han hecho desde la perspectiva de los grupos organizados, no significa que todo ha sido color rosa, el dialogo y las decisiones consensadas han ayudado a encontrar las pautas necesarias para dar salida tanto a los problemas que se suscitan en la colectividad como la ejecución de los proyectos comunitarios. Lo que significa que la experiencia que se ha construido a lo largo de estos años ha permitido para ambas partes sumar esfuerzos y voluntades para reflexionar y realizar gestiones para los apoyos ante los tres órganos de gobierno: federal, estatal y municipal.
Desde los primeros momentos del programa, se enmarcaron en un aprendizaje compartido, ya que por la parte del ámbito académico se tuvo que ir capacitando para encontrar las opciones para resolver a lado de los actores las necesidades que enfrentan en su vivir cotidiano. Pues al final, el patrimonio es producto de la interacción de la sociedad con el medio ambiente, es en ese contexto donde se generan los conocimientos, las aptitudes, los hábitos y el material que constituyen los factores que identifican o diferencian a una localidad, una región o una sociedad. Por lo que corresponde a los campesinos hay que reconocer el interés, la disposición y voluntad para colaborar en los proyecto. Así como reconocer la generosidad de ellos mismos, pues no sólo se redujo solo a compartir su conocimiento sino también por la disposición para aceptarnos en sus comunidades.
El caminar de los académicos del Programa, como se puede inferir, partió del proyecto “Elementos iconográficos en los recintos religiosos en el estado de Guanajuato”, el que se dio la tarea de registrar el patrimonio cultural del exvoto, documento “pictórico histórico – lingüístico” en los santuarios que contaban con una imagen considera milagrosa por los creyentes, pues el documento, además transcribe una parte de la realidad socioeconómica, política y ambiental que les toco vivir en su momento a una colectividad en un territorio (12). El registro es una acción necesaria para el estudio y recuperación de la memoria colectiva de estas localidades que transcienden o incluyen a otras latitudes que, por lo general, rebasan la geografía regional.
De esta forma, los responsables del programa con la aprobación y apoyo de las comunidades diseñaron las propuestas para atender la situación por la que atravesaba el documento “pictórico histórico -lingüístico” del exvoto que, implicó en un primer momento intervenirlos para detener el deterioro como consecuencia de las malas condiciones físicas en que se encontraban. Lo que significó buscar y hacer gestiones para contar con el apoyo de los especialistas en materia de metales, ya que la mayoría de estas obras artísticas están pintadas al óleo sobre láminas metálicas.
Por fortuna, para el trabajo de intervención, se contó y se ha contado con el apoyo del Taller de Metales de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” del INAH de la ciudad de México. Un segundo momento, es el acuerdo consensuado entre el grupo organizado, comunidad, párroco y equipo del Programa para seleccionar el espacio ex profeso para guardar, proteger y difundir el patrimonio del exvoto. Así como la gestión de apoyos no sólo ante autoridades gubernamentales sino también con los sectores sociales, pues rehabilitar los espacios es fundamental para la puesta en escena del museo comunitario.
Después de las adecuaciones del espacio que albergará al museo comunitario, se realiza la curación de las obras que serán expuestas para enseguida llevar cabo la puesta en escena de la museografía, una vez terminada esta fase se procede a inaugurar y el recinto abre sus puertas al público. De esta forma, el patrimonio socio histórico cultural del exvoto no sólo transcribe una riqueza singular por sus símbolos, iconos y manifestaciones tangibles e intangibles que son creados por los grupos tanto del medio rural como del urbano, sino que se transforma en referente pedagógico, ya que ilustra y educa al visitante.
A la fecha (2012) se cuenta con los siguientes museos comunitarios: Niño de las Maravillas en la comunidad La Quemada (Salvatierra), Niño de la Cruzada en la comunidad Parritas (San Diego de la Unión), Niño Manuelito de Puerta en la comunidad de San Agustín de las Flores (Silao), Señor de la Salud en la comunidad de Pejo (Salvatierra), Señor de los Afligidos en la comunidad El Llanito (Dolores Hidalgo) y uno más en proceso que se ubica en el barrio de San Miguel del municipio de San Felipe con la representación de un niño guerrero: San Miguel Arcángel. Por ende, la puesta en escena del museo comunitario, suma esfuerzos y voluntades en el tejido social para concretizar el sueño de todos: depositarios del patrimonio, académicos del programa, particulares e instancias públicas y religiosas.
De esta forma se va construyendo el acercamiento entre organizaciones comunitarias y académicos del Programa, ya que los primeros solicitan la participación para colaborar en el diseño de sus proyectos. Así que una vez abierto el museo comunitario se continúa analizando con el grupo las necesidades que tienen, los problemas relativos a la infraestructura o servicios básicos: el recurso agua para uso doméstico, empedrado de las calles, la construcción de la plaza comunitaria, o bien, la capacitación que es, sin ninguna duda, parte fundamental en la formación en las personas que no tuvieron acceso a la formación escolarizada.
Hasta el momento se han realizado proyectos de infraestructura que tiene que ver con la carencia del agua potable en las comunidades de El Llanito (Dolores Hidalgo) y Las Palomas del Cubo (San Felipe) que consiste en la distribución del preciado líquido desde las fuentes a las viviendas, la primera de ellas de un pozo artesanal y la segunda desde un manantial; otra acción es la conducción del agua de un bordo para irrigar las parcelas por aspersión de los ejidatarios de la hacienda de San Andrés del Cubo (San Felipe); la restauración del patrimonio tangible de inmuebles como es el templo, la plaza comunitaria y empedrado de las calles en la comunidad La Grulla (Dolores Hidalgo); el levantamiento arquitectónico como base para la restauración de los murales del recinto y anexos del templo del Señor de los Afligido, patrimonio de la cultura Hñähñu u Otomí (Dolores Hidalgo) y de todos los mexicanos.
En esta atmósfera, al lado de los mismos actores se van configurando las acciones para colaborar en las tareas del patrimonio natural, pues al igual que el patrimonio cultural, es un referente por la relación que un grupo social tiene con su entorno, ya que de esa correlación, se construye la diversidad de bienes culturales -materiales e inmateriales- de un territorio que están o no armonizados con los paisajes de los recursos naturales. Sí existe esa relación de respeto, se debe a la visión que han tenido los mayores, pues hacen del patrimonio, un vigilante y un protector de la memoria colectiva.
De hecho, la convención de la UNESCO (13) desde 1972, le otorga a ambos patrimonios un carácter ecuménico. Sin embargo, la realidad para los campesinos es que tienen que enfrentar problemas relativos a la desertificación, la desforestación, la crisis meteorológica, la erosión y la contaminación de los suelos. Lo cierto es que el cambio climático ha trastocado el patrimonio natural, aumento de temperaturas, falta o irregularidad en las precipitaciones pluviales y por consecuencia falta de agua potable en las poblaciones, sobre todo en las marginadas.
De tal hecho, surge la necesidad de diseñar un programa de formación, el cual fue solicitando por los propios actores para el manejo de sus recursos naturales, ya que son conscientes de que sus conocimientos no eran suficientes para revertir la problemática que estaban viviendo, pues ellos, no sólo han sido víctimas de la falta de apoyos gubernamentales sino que también enfrentan crisis de identidad y son víctimas del consumismo. Realidad que ha obligado a la población a migrar, ya que en las localidades, no existen oportunidades para el empleo, ni para la educación. Situación que ha trastocado los valores locales, propiciando la inseguridad o la falta de solidaridad. Un componente de la crisis ha sido el incremento de la migración al país vecino del norte ocasionando la desarticulación entre los miembros de la familia nuclear y la extensa. Tampoco existe solidaridad entre el medio rural y el urbano.
Por consiguiente, se diseñaron los cursos talleres relativos tanto del patrimonio cultural como del patrimonio natural, tomando en cuenta los sentires de los actores sociales, sin perder de vista que las propuestas integraran estrategias sobre el uso socioeconómico y ambiental, ya que de esa actitud de respeto dependerán los límites o las alternativas para un desarrollo socioeconómico sustentable. Un camino para comprender la importancia, el papel y la situación en que se encontraba el patrimonio natural fue sin duda alguna la formación no escolarizada. Ya que el proceso educativo, como lo sugiere Carlos Núñez Hurtado, es el momento teórico que parte de la práctica, es decir, la praxis asumida por el educando, pues el alumno profundiza, corrige, modifica y avanza en su realidad colectiva. De tal forma se asegura la alternancia praxis-reflexión-praxis de los educandos.
Un elemento más a considerar en la propuesta de trabajo es el apoyo de la oralidad, pues la mayor parte de los educandos no tuvieron el acceso a la educación escolarizada, por tanto, echar mano de ella, contribuye a que la memoria colectiva sea un referente no sólo del devenir histórico sino también de los aciertos, limitaciones y problemas que ha enfrentado una colectividad con relación al desarrollo, la cultura y los recursos naturales. El reencuentro con la memoria se inicia con la biografía del propio educando, ya que a través de ella, accede a la conciencia histórica, aunque es personal, no deja de formar parte de un proceso colectivo.
Así que el aprendizaje, desde esta perspectiva, consiste en alcanzar nuevos niveles de compresión del conocimiento propio y externo, situación que ayudará a los actores sociales a retomar la autorreflexión para construir las opciones que les den respuestas a las necesidades que enfrentan en la vida cotidiana. De esta preocupación surge el “Diplomado de Turismo Rural Sustentable” para campesinos de Guanajuato que retoma la noción del enseñanza horizontal entre educandos y talleristas. Acción que permite a ambas partes contrastar y compartir conocimientos. Por tanto, las opciones tienen que estar en función de la autosuficiencia, porque se produce para comer no para vender. Aunque el excedente se transforma y es susceptible de intercambiar o comercializar. El respeto y cuidado del entorno será una prioridad para la cosmovisión que tiene un grupo de su entorno y desarrollo.
Un referente de esta propuesta de trabajo se encuentra desde tiempos inmemoriales donde el ser humano entendía que su existencia dependía de la Madre naturaleza, ya que heredó un saber ancestral con sabiduría sobre la flora y la fauna, acierto que le ha permitido en el devenir histórico realizar una serie de actividades productivas y cuya finalidad ha sido la de obtener productos primarios (13) a través del cultivo y obtención de productos de la tierra (agricultura, fruticultura, horticultura y forestales), la crianza y explotación de ganado y animales de granja. Aunque ahora para el caso de los animales de consumo, se recomienda proteger y fomentar la reproducción de las especies nativas que corresponden a los habitas de estas regiones (14), pues ellos no compactan los suelos ni ocasiona desforestación o erosión de los suelos como sucede con el pastero libre del ganado vacuno.
De ahí la importancia que tiene el quehacer de la memoria colectiva, pues recupera la experiencia generada, ya que ella guarda elementos esenciales que señalan los obstáculos o las opciones para el proceso de la planeación que conlleve a un desarrollo humano sustentable y equitativo. Motivo por el cual, todos los actores deben interpretar y contrastar la realidad, incorporando para ello, intereses y valores propios, sin ignorar, ni rechazar otras visiones.
Por tanto, se busca que a través de la capacitación y la puesta en escena de los proyectos, construir una actitud de humildad para comprender y actuar como sujetos responsables con los recursos naturales, porque el ser humano es un ser vivo más en la biodiversidad. Al cuidar los recursos naturales, el clima y la sustentabilidad también se protege al ser humano porque tiene una dependencia directa con la Madre naturaleza. Tal dinámica es indispensable para poner en práctica el saber ancestral con el saber actual para contrastar las aportaciones de ambas partes con el fin de darle un sentido humano al desarrollo de las personas. Al respecto, las propuestas deben considerar el sentir de la colectividad e incluir una reciprocidad entre la reflexión, la metodología, las técnicas y las herramientas a emplear en los proyectos.
Así que los módulos del diplomado abordan temas que van desde la recuperación de la memoria colectiva, planificación del turismo rural desde la perspectiva del grupo y de la sustentabilidad; el valor de la riqueza sociocultural y biodiversidad de los paisajes; tipología del hospedaje tanto para el personal y miembros de la comunidad; perspectiva de género; rehabilitación y restauración de vegetación nativa; importancia de los paisajes y aspectos singulares de la biodiversidad; y los saberes del grupo en relación a los aspectos psicológicos y sociológicos para recibir y atender al visitante. A la fecha se llevan cinco ediciones (2008, 2009, 2010, 2011 y 2012) del diplomado donde se han formado un poco más de 200 personas. De este total, le corresponde al género femenino, el 75 %.
Una preocupación en la capacitación para ambas partes ha sido dignificar el hogar, es decir, rehabilitar la casa rural para recuperar la sustentabilidad en un ambiente higiénico, por ende, significa dar un primer paso para devolver al suelo la fertilidad en todos los espacios libres, tarea que se apoya en la implementación de un sistema de ecotecnias (cisterna de forrecemento para cosecha de agua de lluvia, estufa patsari (15), biofiltro para reciclar las aguas grises y jabonosas y sanitario seco), ya que la experiencia aquerida en este proceso de devolver al suelo la fertilidad, se debe pasar a la parcela, al monte o al bosque.
Las otras acciones del programa están relacionadas con la recuperación de las prácticas sociales y discursiva sobre el saber ancestral de las plantas nativas que por generaciones han proporcionado los alimentos que complementan por temporadas la dieta cotidiana; las plantas medicinales que desde siempre se han empleado para prevenir o aliviar los malestar que padece la población; así como los diferentes usos domésticos, ya sea para la construcción de techos, cercas vivas o muertas, o bien, como forrajes para alimentar el ganado. Aunque la parte fundamental del encuentro con la flora local se encuentra en la práctica de la dispersión de las semillas dentro de los ecosistemas para mantener un equilibrio y al interior del coamil (traspatio) para la puesta en escena de las farmacias vivas. De la cosecha que se haga de ellas, la producción se transformara en productos medicinales o cosméticos que beneficiaran a la salud de la familia y la economía.
A las acciones del programa se ha incorporado el proyecto denominado “La noche de las estrellas en tu comunidad”, esfuerzo que se conjuntado con los colegas del Departamento de Astronomía del mismo Campus Guanajuato, el objetivo es acercar el conocimiento de las áreas exactas a las comunidades más alejadas para que desde los niños, pasando por los jóvenes, hasta los adultos y los mayores, puedan interactuar en los talleres y tengan la oportunidad de observar en los telescopios la bóveda celeste. Así como dialogar con los astrónomos. En estos eventos se conjuntan las voluntades de las autoridades de los H. Ayuntamientos para que asista el mayor número de personas tanto de las comunidades vecinas al lugar donde se llevara el evento como la población de la cabecera municipal.
Un proyecto más en el programa son los cursos talleres, relativos a la salud comunitaria, apoyados por el Museo Wellcome Trust (Londres, Inglaterra) se imparten en las comunidades que cuentan con museo comunitario (recintos del exvoto) con el fin de sensibilizar sobre los trastornos que ha provocado el alto consumo de alimentos industrializados, ya que la población fue abandonado la dieta ancestral, es decir, rompieron el equilibrio nutricional, ya sea por sentirse “modernos”, o por el ritmo acelerado de la vida cotidiana y por no consumir alimentos naturales y frescos. Al respecto, los cursos talleres, trabajan desde la perspectiva de la prevención tanto de la medicina alópata como de la medicina tradicional.
La realidad de la población, en cuanto a salud es que se encuentra en una situación crítica por la irresponsabilidad del Estado Mexicano, pues es cómplice de las empresas trasnacionales que invaden sin ningún control el mercado con sus productos “chatarra”. Aunado a esta situación, se encuentra el desconocimiento y la desinformación, ya que la dienta ancestral ha sido suplantada por la “supuesta modernidad” de la comida industrializada, la cual contiene niveles altos de grasas, sal, condimentos químicos y azúcares. Amén de la infinidad de aditivos para darle sabor y el empleo de colorantes artificiales.
Lo que significa que la comida industrializada no cuenta con los nutrientes y perjudica la salud de la población, pues disminuye la capacidad de estudiar en los niños y los jóvenes, no hay un aprendizaje intelectual por la falta de nutrientes. La niñez y juventud padece anemia y trastornos alimenticios; hay pérdida de autoestima en las personas; el sobrepeso, la obesidad y el aumento de enfermedades crónicas se convierte en un problema grave para las familias: diabetes, hipertensión arterial, alteración en los lípidos (colesterol, triglicéridos) y cardiopatías se están volviendo un grave problema de salud pública.
De ahí que los cursos talleres de salud comunitaria centran sus esfuerzos en la prevención, retomado los aciertos de la medicina alópata y los de la medicina tradicional. De todos es sabido que la primera elimina a través de fármacos los síntomas y restablece el bienestar físico y psíquico. La segunda, al igual que la primera retoma los conocimientos ancestrales, habilidades y prácticas que provienen de un saber milenario, creencias y experiencias que proporcionan a los pacientes salud, prevención, diagnósticos y tratamientos para la enfermedades físicas y mentales. Al mismo tiempo se retoma la relación hombre – naturaleza, lo que implica y sugiere cuidar, proteger y dispersar las semilla de la flora local, ya que ella depende la medicina tradicional.
En efecto, la universidad como institución pública tiene el compromiso de propiciar el desarrollo humano sustentable de la vida social de la población a la que se debe para alcanzar en conjunto el bienestar común, ya que es el lugar para contrastar el saber ancestral y el nuevo, la búsqueda de la verdad, la ética y el ejercicio de la libertad.
Por lo que corresponde al programa sus acciones se suman a la misma perspectiva del bienestar social a través de los ejes del patrimonio cultural y el patrimonio natural, es decir, acercar la capacitación no escolarizada y colaborar en la formulación de proyectos relativos tanto a la infraestructura como a los servicios con la participación y desde la perspectiva de los propios actores sociales. Por tanto la capacitación será una alternativa para que ellos puedan ofrecer bienes y servicios para que el visitante no sólo disfrute y valore la riqueza del entorno sino que entre en contacto con los valores culturales y socio-productivos de la localidad. Esta alternativa de autoempleo evita por una parte, el éxodo del campo. Por otra, propicia las oportunidades tanto a la mujer como a los jóvenes para que sean actores de su propio desarrollo.
NOTAS
* El presente trabajo ha sido presentado en el Congreso Internacional de Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC) y III Jornadas de Historia DEL Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: La economía social y solidaria en la historia de América Latina y el Caribe. Cooperativismo, desarrollo comunitario y Estado, Buenos Aires. 24 a 26 de septiembre. 2012.Mesa 2 La enseñanza de la economía social y solidaria en el sistema educativo latinoamericano
** Miembros del Cuerpo Académico Desarrollo Regional y Sustentabilidad. División de Ciencias Sociales y Humanidades. Campus Guanajuato. Universidad de Guanajuato, México.
(1) Primarias, secundarias y tercerías.
(2) Ya que otros funcionarios, apegados a sus esquemas burocráticos no permitieron la construcció n de otras opciones para el desarrollo humano sustentable.
(3) M tros. Eloy Juárez Sandoval, Miguel Ángel Herrera Martínez; Doctores Elcia Margareth S. Brito, César A. Caretta, Héctor Bravo Alfaro y Juan Pablo Torres Papaqui.
(4) De acuerdo al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) consiste en el desarrollo potencial de las personas, es decir, contar con las oportunidades para aumentar sus posibilidades y disfrute de la libertad para vivir la vida que valoren.
(5) Responsable Patricia Campos Rodríguez. DECUS / DCSyH. Campus Guanajuato. Universidad de Guanajuato
(6) Responsable Felipe Macías Gloria. DECUS / DCSyH. Campus Guanajuato. Universidad de Guanajuato
(7) Frei Beto (Brasil), Fernando Cardenal (Nicaragüa), Orlando Fals Borda (Colombia), Jorge Osorio Vargas (Chile) y Carlos Nuñez Hurtado (México).
(8) Pérez Lara, Alberto; Núñez Hurtado, Carlos et al. Pablo Freire entre nosotros. México, IMDEC, 2000. pp. 5 – 16.
(9) Núñez, Carlos. Educación y policía. En la relación norte – sur. Conferencia – Debate. Vigencias de las utopías en América Latina. Educación popular, pedagogía, fe y política. México IMEDEC, 1993. p. 84.
(10) Núñez, Carlos. La Revolución Ética. México, IMEDEC, 1998. p. 27.
(11) Campos Rodríguez, Patricia. La historia y el recate cultural: la memoria colectiva, pictórica, oral y escrita. La Historia y sus relaciones con otras disciplinas. México, Universidad de Guanajuato, 2009. pp. 309 – 326.
(12) Adoptada en París el 16 de noviembre de 1972. http://portal.unesco.org/culture/es/ev.php- URL_ID=8453&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html Miércoles 12 de septiembre de 2012.
(13) Producto que no ha pasado por un proceso de industrialización, es decir, vegetales o animales. En este proceso interviene el trabajo del hombre, la tierra y los recursos económicos.
(14) Curso taller sobre la biodiversidad impartido por la Biol. Landy Carolina Orozco Uribe. Dipomado de Turismo Rural Sustentable. DECUS / DCSyH del Campus Guanajuato. Universidad de Guanajuato. El Llanito, Dolores Hidalgo: 2011.
(15) Término que proviene de la lengua materna del purpecha y significa “la que guarda el calor.
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Ariadna Tucma Revista Latinoamericana. Nº 8. Marzo 2013 – Febrero 2014. Volumen I
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