La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. A 100 años.

Constitución de vanguardia a nivel mundial, por las garantías individuales y el artículo 27°, sin embargo hay que iniciar con las grandes diferencias entre su antecesora de 1857, a la que debemos reconocerle un espíritu liberal, aunque no tan marcado por el contexto que México vivía en ese momento, no debemos olvidar que salió de trescientos años en los que las garantías individuales no existieron, la propiedad de la tierra era para unos cuantos, la Iglesia católica era la más grande institución económica y social, no era fácil llegar de pronto y establecer una República Democrática, Federal y Soberana.

Es muy cierto que para 1857 habían pasado treinta y tres años de la primer Constitución Federal, pero también es cierto que los cambios profundos y duraderos no se dan de inmediato, mucho menos en una sociedad tan compleja como la mexicana, proveniente de distintas mezclas de grupos étnicos de cuatro continentes diferentes, con ideas diversas, pero homogeneizadas por dos factores la religión y un naciente nacionalismo generado a partir de la pérdida de más de la mitad del territorio nacional.

Durante las tres décadas de porfiriato los grandes latifundios se hicieron presentes en la República Mexicana, desplazando paulatinamente a la comunidad y a la pequeña propiedad para formar las grandes haciendas capitalistas productoras de henequén, algodón, tabaco, café, caña de azúcar, entre otros productos agrícolas, que ocuparon extensiones que llegaron a contar en su haber hasta siete millones de hectáreas[3] quedando así la mayoría de los mexicanos desposeídos de tierra, mal tratados como trabajadores de haciendas y ranchos, en calidad de peones libres o acasillados vivían en condiciones deplorables.

Hasta hoy se ha calificado al movimiento revolucionario como campesino y el artículo 27° Constitucional le hará justicia al campo, también es cierto que la industria y dentro de ésta los obreros fueron pieza clave en el movimiento armado, de ahí que los precursores intelectuales de la lucha hayan hecho hincapié en el capital y trabajo, exigiendo ocho horas de jornada máxima, salario mínimo que fuera suficiente para satisfacer las necesidades de alimento, vestido, casa, educación, recreación, etcétera, lo que quedaría plasmado en el artículo 123° constitucional.

El movimiento iniciado por Camilo Arriaga, los hermanos Flores Magón, Antonio Díaz Soto y Gama, entre otros, que hemos mencionado anteriormente y continuado en una cruenta guerra acaudillada por gente como Madero, Villa, Zapata, Obregón y Carranza, dio como resultado el documento máximo que rige a esta nación La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, formándose a iniciativa del Primer Jefe Constitucionalista Venustiano Carranza, se estableció como sede el Estado de Querétaro iniciando sus sesiones en el mes de diciembre de 1916 para finalizar el 31 de enero del siguiente año durante los dos meses se presentaron acalorados debates entre los constituyentes, hombres que representaban a todas las entidades federativas.

Derecha: Venustiano Carranza.

Félix Fulgencio Palavicini se encargó de escribir la Historia de la Constitución de 1917, recabando la palabra de los diferentes diputados, con un lenguaje heredero del romanticismo se notan los argumentos en las más de las veces bien estructurados para los diferentes artículos que conformarían la Carta Magna. Palavicini tuvo las características de un historiador: fue actor, espectador y autor de la Historia de la Constitución de 1917, gracias a sus escritos hoy podemos recrear la memoria de esos días.

El Teatro Iturbide, actualmente de la República en Querétaro y el salón de actos de Bellas Artes, perteneciente a la Universidad Autónoma de Querétaro, fueron los recintos que albergaron a los constituyentes; entre sus paredes quedaron los sonidos de aquellas voces que vehementemente hablaron de los artículos tan reformados a lo largo del siglo XX, como el 1°, 3°, 27°. 123°, 130° y otros más que han hecho de esta nación un gran país, hoy devastado porque no conocemos la letra ni respetamos la esencia de nuestra Carta Magna.

El Congreso Constituyente de 1916 fue presidido por Luis Manuel Rojas y conformado por representantes de todas las entidades del país, integrado por 220 delegados –incluyendo suplentes- 62 abogados, 22 oficiales de alto rango, 19 agricultores, 18 profesores, 16 ingenieros, 16 médicos, 14 periodistas, 7 contadores, 5 líderes sindicales, 4 mineros, 3 ferrocarrileros, 2 farmacéuticos, 1 actor y 31 representantes de otras profesiones incluyendo artesanos, comerciantes y empleados.[4]

Los primeros antecedentes de la Constitución de 1917, los marca la Gaditana pasando por los Sentimientos de la Nación que dieron pie a la Constitución de Apatzingán considerada por algunos juristas e historiadores la primer constitución mexicana, sin embargo debemos reconocer que el territorio aún formaba la Nueva España, gobernada por un virrey, por ende la primer constitución será la de 1824 que reconoce al territorio como República Federal, entre la primera y la de 1857, se encuentran Las Siete Leyes, Las Leyes Orgánicas las que para llegar a la que hoy cumple cien años sentaron las bases de lo que se proyectaría como nación en la segunda década del siglo XX.