La Edad Media y el cine: una visión sobre el Estado y la sociedad.

Primera Parte

Norberto Aguirre *

La división de la historia del mundo en “edades” fue una pretensión que hunde sus raíces en los inicios de la denominada civilización occidental. Ya los griegos por intermedio de poetas, literatos, filósofos e historiadores dividían la historia del género humano en edades. Pero no fue hasta el mal llamado renacimiento occidental  que comenzó a  institucionalizarse esta cesura entre distintas períodos históricos, los que se suponían relativamente homogéneos y distintos entre sí. Para los pensadores renacentistas la Edad Media implicaba un pasado reciente de “barbarie” del que había que diferenciarse, y que hacia las veces de nexo entre la fulgurante antigüedad clásica y los inicios de la modernidad. Para el racionalismo y el iluminismo del siglo XVIII este período estuvo signado por el oscurantismo, a diferencias de las Luces que impregnaban esas décadas, y la superstición, afincada en las creencias religiosas. Con posterioridad, en el siglo siguiente, la corriente romántica, opuesta al racionalismo y al positivismo reinante,  tendió a revalorizar esta época pero sin poner en duda su existencia. Recién hacia el siglo XX se comenzó  a discutir la existencia se estas particiones, relativamente artificiales, de la historia de la humanidad. En este aspecto, con sus ventajas y desventajas, el estructuralismo desempeñó un papel fundamental. Sin embargo en la conciencia colectiva e incluso en las currículas universitarias esta estructura mantuvo su vigencia.

En este contexto la Edad Media paso a agrupar una serie de hechos y procesos acaecidos en distintas regiones del mundo entre los años 395 – 1492-1516 definidos desde la perspectiva….. Occidental.

El cine, expresión clave del el siglo XX, desde el plano artístico e ideológico abordó innumerables procesos y personajes históricos. Y contribuyó a trasmitir determinadas visones, en algunos casos coincidentes, en otros antagónicas,  sobre estos. Y la Edad Media no fue una excepción. A los efectos de los objetivos planteados en este artículo, ver como es presentado el período en cuestión desde el punto de vista histórico-político-social y económico,  tomaré ciertos films que han abordado el mismo como Flesh and Blood (Conquista Sangrienta) del director oriundo de los Países bajos Paul Verhoeven, The Thirteen Warrior (El 13º Guerrero) de John Mc.Tiernan y L’ Armata Brancaleone (La Armada de Brancaleone)  de Mario Monicelli .

Uno de los elementos que emerge con luz propia en todos estas cintas es el tema del Estado. Y si bien presentan importantes similitudes al momento de dar cuenta de la características del mismo también se pueden observar algunas especificidades propias de la cosmovisión que enmarca a cada autor. En Flesh and Blood la acción se ubica en Europa Occidental en al año de 1501[2], y muestra una sociedad en la que no existe aún un Estado Central, o como definirían algunos cientistas sociales un estructura estatal monista[3].Lo que se puede apreciar es una dispersión del poder político en el que la nobleza terrateniente es dueña de parte sustancial del mismo. Los distintos nobles se enfrentan entre sí por sus posesiones y por sus ciudades, por lo general amuralladas; cuentan con ejércitos mercenarios, a los que luego de la contienda deben desarmar; son los administradores exclusivos de la justicia en sus territorios e intentan subordinar a los representantes eclesiásticos a sus designios. En ningún momento aparece un orden político que enmarque las acciones de estos personajes, que sea capaz de centralizar el poder sobre un territorio mas vasto, que pueda constituir con éxito un ejército que no dependa de las voluntades particulares y que administre una justicia basada en leyes que comprendan a todos los integrantes de ese reino, incluyendo a los nobles. En la sociedad que muestra Verhoeven no hay monopolio del ejercicio de la violencia sino que esta es utilizada para sus fines por una distintos actores sociales. Pero al mismo tiempo es un mundo en el que las disparidades económico- sociales son enormes lo que impacta de manera ineludible sobre las posibilidades de cada sector social de hacer uso de esa violencia física.

En el film de McTiernan, The Thirteen warrior[4], se puede observar claramente la falacia que implica hablar de Edad Media sin advertir que este es un fenómeno acotado a ciertas regiones de Europa Occidental y que aún dentro de esta podemos encontrar distintas Edades Medias.

La obra está  centrada en el viaje de un embajador árabe que proviene de Bagdad, en los momentos de esplendor de esta cultura, a los misteriosos territorios del Norte habitados por los aún poco conocidos Vikingos. En la misma se muestran las grandes diferencias existentes a nivel de organización estatal entre el califato Abasí y otras zonas del Europa. En el primero hay un poder estatal centralizado, con un ejército único que depende del Estado; un gran desarrollo de ciudades y de caminos; un estructura jurídica que abarca a todo el reino. En contraste  el “país de los vikingos” está estructurado en torno a clanes que ejercen la autoridad sobre sus territorios y en los que existe un tímido esbozo de organización política. A diferencia de las grandes y monumentales ciudades del Medio Oriente, con sus palacios, sus cúpulas, sus fuentes, sus calles y sus multitudes, en el territorio Vikingo nos enfrentamos con aldeas construidas en madera, levantadas sin ningún tipo de planificación previa (lo que exigiría cierto grado de centralización del poder a nivel regional), cuyos habitantes viven a un nivel de subsistencia, motivo por el que las expediciones de pillaje constituyen, junto a las actividades agrícolas,  uno de los mecanismos básicos de subsistencia,  y donde una aristocracia guerrera ocupa los principales lugares desde los que se ejerce el poder.  A los ojos de Ahmed Ibn Fadhlan, el embajador árabe, este es un mundo “bárbaro” en comparación con el suyo; un mundo en el que la superstición y el temor a la naturaleza impregna gran parte de la vida social. Una vida social absolutamente alejada de las costumbres urbanas y cosmopolitas del califato abasí en el que se cultiva la ciencia, la arquitectura, la filosofía y la literatura y en el que la naturaleza aparece como externa al hombre que se empeña en subordinarla a su voluntad. Como podemos ver una visión alternativa a la de Verhoeven en la medida en que nos presenta dos modelos radicalmente distintos de sociedad en un mismo período de tiempo. Y alterando la visión  histórica tradicional que occidente tiene de si mismo, y en un momento como el actual  en el que esto adquiere singular validez,  desplaza el eje “civilizatorio” hacia tierras islámicas, mostrando las grandes diferencias existentes entre ambos mundos. Será Ahmed quien ayude al clan vikingo, gracias a su escepticismo y su capacidad de observación de neto cuño experimental, a desenmascarar a los Wendols y mostrarlos como lo que son: simples seres humanos y no dioses surgidos de la Naturaleza.

Por su lado  L’Armata Brancaleone del director italiano Mario Monicelli, más allá de su clara referencia a la Italia de los sesenta, nos presenta una Edad Media mas cercana  a la que años después plantearía Verhoeven que a la nos muestra  Mc.Tiernan. En la misma el poder político y económico esta feudalizado; distintos nobles,  ciudades y sectores de la Iglesia se dicen depositarios del mismo y las guerras y los saqueos se suceden sin solución de continuidad. No se percibe una organización estatal centralizada y la pobreza es el signo que define a la mayor parte de esta sociedad. Las posibilidades de ascenso social son casi nulas – en esto se diferenciaría de Verhoeven – y las enfermedades infecto contagiosas impactan sobremanera en esta sociedad estamental y en el imaginario de la misma. La misma pobreza empuja a esta sociedad feudal de ciertas zonas de Europa Occidental hacia las Cruzadas, en las que se mezclan motivos económicos y religiosos, aspecto este que enmarca para el director toda la época.

Un ejemplo claro de la inexistencia de un Estado centralizado la podemos encontrar dentro de las obras aquí analizadas,  en la imposibilidad de los poderes políticos existentes en garantizar el mantenimiento y seguridad de los caminos. En la película de Monicelli estos son meros espectros de lo que habían sido durante el Imperio Romano: sus trazas son, por tramos, difíciles de seguir, los puentes que aún existen se encuentran en un condición calamitosa y los saqueadores y los ejércitos se disputan las pocas o muchas pertenencias de los que transitan por ellos. Algo similar sucede en el film de Verhoeven en el que incluso los mismos nobles se ven expuestos a distinto tipo de ataques y saqueos en los caminos mientras que los pobres pueden ser víctimas de todo tipo de vejaciones. Finalmente en la cinta de McTiernan se muestran las dos caras del espejo. Por un lado en el territorio bajo control del califato Abassí los caminos son transitables y con un grado de seguridad garantizado por el Estado muy superior al de sus contemporáneos europeos; por otro en territorio vikingo, al cual nunca habían llegado las fuerzas de Roma, estos son prácticamente inexistentes, cumpliendo las vías fluviales y marítimas un rol mucho mas destacado que las terrestres.

Por otro lado tanto en el film del director de los Países Bajos como en la del italiano la base económica sobre la que se asientan estas sociedades es de base agraria. Unos pocos  propietarios pertenecientes a la nobleza dominan enormes  extensiones de tierras las que son trabajadas por siervos al tiempo que una cantidad de individuos de los estamentos inferiores, que no tienen acceso ni en condición de siervos a las tierra, vagan de un lugar a otro en busca de alimento y de vivienda. Los ejércitos mercenarios y las campañas militares aparecen así como uno de los únicos horizontes posibles para estos sectores que viven en un universo profundamente dicotómico y en el que la concentración de la poca riqueza existente es alarmante. Asimismo la tecnología es rudimentaria, con muy pocos cambios desde la época romana, aunque es importante señalar que en la cinta de Verhoeven, al estar ubicada en un período de cambio,  comienzan a apreciarse ciertos modificaiones  en este aspecto. Sin embargo la aplicación, muy limitada,  de los mismos esta ligada mas que nada al campo militar que al productivo, lo que revela las características profundas de esta sociedad. A su vez McTiernan nos presenta dos sociedades heterogéneas; la abbasí asentada en el comercio y la agricultura, con un nivel de desarrollo tecnológico destacado,  y la vikinga en la que el pillaje y actividades agrícolo- ganaderas muy rudimentarias  son la base sobre las que se levanta esta. Y si bien la pobreza existe en ambos mundos esta es mucho menos ostensible en el árabe que en el europeo.

Desde luego que la visión que tienen los autores del Estado medieval esta influida por sus percepciones actuales y por lo que quieren transmitir respecto del Estado actual. Para Verhoeven este se encuentra “colonizado” por intereses particulares, que utilizan el mismo para sus propios objetivos, y que excluye de las decisiones trascendentes a grandes masas de la población, lo que genera una concentración de la riqueza creciente[5]. Monicelli, por su parte,  reflejaba en los sesenta la situación económica de la Italia de posguerra y los condicionantes que establecía la Guerra Fría a su sistema político, que excluía de la ejercicio del poder estatal a una proporción desatacada de la sociedad. Mc Tiernan mientras tanto pone en discusión las supuestas ventajas de la “civilización” respecto a las sociedades mas primitivas y por ende cuestiona la función del Estado como actor principal de este proceso. Pero mas allá de esta especificidades, que hubiesen sido centrales si el objetivo del artículo hubiese sido entender la obra de cada uno de estos autores, están las imágenes y los conceptos que plasman sobre la llamada  “Edad Media” o mejor dicho sobre las  Middles Ages. Y que nos devuelven algunos fantasmas que algunos suponían que habían desparecido para siempre de la historia humana

Ficha Técnica de los films mencionados

The 13th Warrior // El 13 guerrero

EE.UU. John Mc Tiernan.1999

Actores: Antonio Banderas (Ahmed Ibn Fahdlan), Vladimir Kulich (Bulliwyf), Omar Sharif (Melchisidek), Dennis Storhoi (Herger), Diane Venora (Reina Weilew), María Bonnevie (Olga), Daniel Southern (Edgtho), Neil Maffin (Roneth), John   (Ragnar), Clive Russell (Helfdane)

Guión: William Wisher – Warren Lewis sobre la novela de Michael Crichton

Música: Jerry Goldsmith

Montaje: John Wright

Vestuario: Kate Harrington

Fotografía: Peter Menzies Jr

Flesh and Blood//Conquista sangrienta

Estados Unidos – España .Paul Verhoeven. 1985

Actores: Rutger Hauer (Martin), Jennifer Jason Leigh (Agnes),Tom Burlinson (Steven), Jack Thompson (Hawkwood), Fernando Hilbeck (Arnolfini), Susan Tyrrell (Celine), Ronald Lacey (El cardenal), Brion James (Karsthans), Marina Saura (Polly)

Guión: Gerard Soeteman – Paul Verhoeven

Música: Basil Poledouris

Montaje: Ine Schenkkan

Vestuario: Ivonne Black

Fotografía: Jan de Bont

L’armata  Brancaleone// La Armada Brancaleone

Italia. Mario Monicelli. 1966

Actores: Vittorio Gassman (Brancaleone de Norcia), Catherine Spaak (Matilda), Folco Lulli (Pecoro), Gian Maiía Volonté (Teofilatto), Barbara Steele (Teodora), Maria Grazia Bucella (La viuda), Enrico Maria Salerno (Zenone), Carlo Pisacane (Abacuc)

Guión: Mario Monicelli – Agenore Incrocci

Música: Carlo Rustichelli

Montaje: Ruggero Mastroianni

Vestuario: Piero Gherardi

Fotografía: Carlo Di Palma

NOTAS

* Norberto Aguirre es Docente e Investigador de la Facultad de Ciencias Económicas  y del CBC de la Universidad de Buenos Aires

[1] El inglés utiliza el plural para referirse a este período remarcando de este modo lo heterogéneo del mismo y las distintas fases y etapas de esta

[2] Si bien el año podría estar señalando que estamos en presencia de una nuevo orden socio – político y económico, en el film se puede ver como en muchas zonas de Europa Occidental todavía estaban vigentes las estructuras medievales

[3] Esto no quiere decir que no exista Estado, sino que este adopta formas muy distintas a las del Estado Moderno que surge en Europa Occidental

[4] Este film esta basado en una novela de Michael Crichton publicada en 1976

[5] Como ejemplo ver Total Recall (El vengador del futuro), Robocop y Starship Troopers (Invasión)

Ariadna Tucma Revista Latinoamericana. 5. Marzo 2010-Febrero 2011

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